Saab es un nombre mítico y tiene una historia llena de artículos icónicos, pero la verdad es que en sus últimos años, tras su bancarrota, no logró mucho más que pegar bandazos y pasar de mano en mano. Desde el momento en que GM se deshiciera de Saab, la marca con genética sueca no levantó cabeza, finalizando a cargo de la National Electric Vehicle Suecia (NEVs).
Tras bastante trabajo y esfuerzo, NEVs logró sacar a Saab de la reorganización y aguardaban poder ocuparse de lleno al avance y a la fabricación de turismos eléctricos, sacando su primer vehículo eléctrico en 2019. No obstante, la marca Saab como tal no va a ser utilizada por el desarrollador más adelante, con lo que deberemos despedirnos de para toda la vida.
Pese a ello, no todo está perdido, ya que si bien la firma sueca no prosiga fabricando nuevos automóviles siempre y en todo momento van a quedar en nuestro recuerdo varios de sus míticos modelos. Como ahora sabéis, Saab nació inicialmente como una compañía encargada de la fabricación de aeroplanos, pero de a poco empezó a diversificar sus producciones y, a fines de la década de 1940, se formó la división de automoción, Saab Automobile.
Desde ese momento, muchos son los modelos que conocimos hasta el momento en que en 2008 empezaran sus inconvenientes financieros. De deportes, cabrios, coupés, sedanes… el catálogo de Saab siempre y en todo momento fué bastante variado, pero en siempre y en todo momento hubo numerosos modelos que recalcaron sobre el resto.
Ursaab (1947)
Génesis es quizá la palabra que mejor detalla el Ursaab. Asimismo popular como Emprendimiento 92 o X9248, Saab edificó 4 prototipos de este modelo. Lo que Saab había aprendido de sus primeros pasos como desarrollador de vehículos se convirtió en el Saab 92, el primer vehículo de producción de la compañía de vehículos sueca.
¿Y por qué razón Emprendimiento 92? Ya que bien, la factoría de Trollhättan (Suecia) edificó 2 aeroplanos de usuarios a lo largo de la Segunda Guerra Mundial, bautizados como 90 y 91, respectivamente, con lo que su siguiente emprendimiento recibió este «original» nombre.
Como el mercado sueco se encontraba inundado de motos, camiones y turismos de importante tamaño al terminar la Segunda Guerra Mundial, Saab decidió que lo destacado que podía hacer era un turismo pequeño y accesible. Este era el propósito del Emprendimiento 92 y el posterior Saab 92, iniciándose su producción en serie en el mes de diciembre de 1949.
Además de esto, el Ursaab lucía orgulloso un coeficiente aerodinámico de Cd 0,32, lo que resulta verdaderamente pasmante para 1947 (por servirnos de un ejemplo, un Ferrari F40 tiene un coeficiente de 0,34). Y todo ello sabiendo que los 16 ingenieros que realizaron el emprendimiento no tenían experiencia anterior en el planeta de al automóvil. Es mucho más, ¡solo 2 de tenían siquiera el permiso de conducir!
Saab 93 (1956 – 1960)
Tras recorrer mucho más de 530.000 km con el Ursaab, el desarrollador de vehículos sueco empezó a generar el Saab 92 en 1949. Tras este, Saab anunció el Saab 93 en el mes de agosto de 1955 como una profunda actualización de su precursor, empezando su fabricación en 1956.
Equipaba un motor de tres tubos de 748 cc con una capacidad de 33 CV que se encontraba montado a lo largo, y estéticamente lucía un de adelante, unas parrilla de radiador y un sistema de suspensión completamente nuevos. Además de esto incorporaba los renovadores neumáticos sin cámara, con lo que era bastante superior al Saab 92.
Hasta el modelo del año 1967, la segunda generación de su particular motor de 2 tiempos asimismo halló su rincón en el vano del motor de ámbas primeras generaciones del Sonett, el 95, el 96, el GT750, el monoplaza de la Fórmula Junior y los prototipos de carreras de la Quantum.
Pero, ¿por qué razón era tan particular este motor? Ya que para comprenderlo adecuadamente únicamente debes redactar en el buscador de Youtube «Saab de 2 tiempos«, en tanto que fue el responsable de llevar a la gloria a múltiples entidades del Saab 93 de rallies, haciéndose con el podio en el Rally de Finlandia (1957) y el Rally de Suecia (1959).
Además de esto, este modelo asimismo fue el primero de su categoría en la Mille Miglia de 1957 y segundo en las 24 Horas de Le Mans de 1959.
Saab Sonett (1955 – 1974)
¡Ah, el Sonett! Cuenta la historia de historia legendaria que el creador de su motor -Rolf Mellde- y tres integrantes de su equipo de diseño encarnaron al primer Sonett en un granero. Raramente, el nombre procede de una oración sueca que se traduce en «tan limpios como son».
Con un presupuesto de 75.000 coronas suecas, los 4 hombres consiguieron dar el Sonett a tiempo para el Salón del Automóvil de Estocolmo de 1956. El Sonett I es el vehículo pintado de colorado que hace aparición en la fotografía, luciendo un aspecto afín al de un híbrido entre el Corvette C1 y el AC Ace, y por si acaso no les habéis dado cuenta, su volante se encontraba situado en el lado derecho.
¿Dónde se encuentra entonces la trampa? Ya que en que las seis entidades del Sonett I se edificaron antes del 3 de septiembre de 1967, día en el que los suecos pasaron a conducir por el lado izquierdo de la carretera a consecuencia de un referéndum festejado en 1955.
En relación a su diseño, el Sonett se encontraba inspirado en la aeronáutica y merced a su chasis de aluminio solo lanzaba un peso en la báscula de 600 kilos (70 kg solo el chasis). El Sonett I fue seguido por los Sonett II y Sonett III.
Este último, asimismo popular como Saab 97, alcanzaba los 880 kg. de peso y supuso el objetivo del eficiente motor de 2 tiempos en 1967, en el momento en que se adoptó el Ford Taurus V4 de 1.498 cc que le dejaba lograr los 165 km/h.
Saab 99 (1968 – 1984)
Fue en los años ’70 en el momento en que Saab despegó terminantemente como desarrollador de vehículos. Tras festejar la fabricación de la unidad número 500.000 en 1970, Saab festejaba la producción de la unidad un millón en su planta de Trollhättan en el mes de enero de 1976.
El 99 era el Saab mucho más trascendental de su temporada, con el añadido de ser el último vehículo desarrollado por Sixten Sason, quien se había solicitado de los precedentes modelos de la marca. No solo era mucho más grande y presentaba un mayor empaque, sino además de esto fue el primer modelo de la marca en integrar motores turboalimentados.
Sus éxitos en la competición siguieron los del Saab 96, transformándose en el primer vehículo en ganar una carrera del Mundial de Rallyes con un motor turbo.
Bajo el capó cobijaba un motor de 4 tubos y 4 tiempos con 1.7 litros y 87 CV creado por Triumph, llegando en 1970 múltiples entidades -48- un poco destacables que ocultaban dentro suyo un bloque V8.
Años después, en 1978, Saab lanzó el 99 Turbo, pertrechado con un fuerte bloque (para la temporada, claro) de 2.0 litros y turboalimentación Garret que desarrollaba 145 CV y una agilidad máxima de 200 km/h.
Saab 900 (1978 – 1994)
Como no podía ser de otro modo, el Saab 900 fue la evolución lógica del Saab 99 en concepto de diseño, si bien la compañía centró sus sacrificios en agradar al público estadounidense. Este modelo es quizá entre los que mucho más personalidad tienen en la gama del desarrollador de vehículos.
Lucía una estética única que se caracterizaba por el parabrisas increíblemente curvo y un interior cuyos botones estaban organizados en función de su continuidad de empleo. En el apartado técnico, tenía tracción frontal, suspensión de doble horquilla y motores de 4 tubos de 2.0 litros, si bien más tarde su cilindrada aumentó a 2.1 litros.
Bien podríamos decir que fue el último Saab puro antes que GM va a tomar las bridas.
Con una capacidad de entre 99 CV de la versión de ingreso y los 185 CV de la edición particular 900 Carlsson, en la temporada se consideraba como un vehículo bonito, sólido y robusto que atraía varias miradas a su paso, en especial el Saab 900 Cabriolet que tuvo enorme acogida del otro lado del Charco.
Saab 9-5 (2010 – 2011)
Llamado desde adentro como YS3G, el Saab 9-5 llegó en la peor temporada viable, quedando en nuestro recuerdo como los últimos latidos de una marca agonizante que estaba ensombrecida por General Motors. Desde la segunda generación del 900, todos y cada uno de los Saab fueron construidos sobre bases cambiadas «genéticamente» por el enorme estadounidense.
De esta forma, el Saab 900 de segunda generación, por poner un ejemplo, era un Opel Vectra, al tiempo que el Saab 9-5 compartía sus elementos y interfaz con los Opel Insignia, Buick Regal y LaCrosse, Cadillac XTS, Chevrolet Malibu y Chevrolet Impala.
No obstante, el Saab 9-5 no tenemos la posibilidad de decir que fuera un mal vehículo. Por un lado era muy elegante, exclusivo, audaz y también incorporaba las tecnologías mucho más destacadas de la temporada, al tiempo que por otra sostenía la tradición turbo de Saab.
En lo personal siempre y en todo momento fue un vehículo que me llamó la atención, de esos que te quedas con las ganas de conducir, por lo menos, una vez en la vida. Es verdad que se encontraba lejos de ser especial, pero era el vehículo idóneo para estar entra la multitud.
Saab Aero X
Exhibido por vez primera en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2006, el Aero X era un prototipo de 2 plazas y solo 1.276 mm de prominente que revelaba ciertas resoluciones técnicas que lamentablemente jamás llegaron al mercado.
Era, precisamente, una declaración de pretenciones, ya que aprovechaba la experiencia aeronáutica y las raíces escandinavas de Saab para marcar nuevos rumbos en el diseño de vehículos de prominente desempeño.
Por poner un ejemplo, contaba con un revolucionario asegurador de cabina de articulación frontal sin pilares A (los ocupantes tenían una visión de 180 º), carrocería ligera de fibra de carbono y un habitáculo inspirado en el diseño aeronáutico, sin la instrumentación y los botones habituales.
El motor es el 2.8 V6 que tiene el Saab 9-3 Aero, pero con distintas variantes a fin de que logre ofrecer hasta 400 CV al marchar con Y también100 (bioetanol sin combinar con gasolina y con octano 106).
De forma indistinta podía marchar con gasolina o bioetanol, pero el máximo desempeño unicamente se conseguía con este último. Según las simulaciones que logró Saab con computador, el Aero X era con la capacidad de apresurar de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos.
¡Vaya, qué nostalgia me da recordar estos modelos de Saab! El Ursaab fue verdaderamente innovador.
Pues a mí no me despiertan nostalgia, más bien me parecen anticuados. Hay marcas más innovadoras hoy en día que podrían dejarte con la boca abierta. Pero bueno, para gustos, colores.
¡Qué recuerdos! El Saab 99 siempre será un clásico indiscutible. ¿Quién más está de acuerdo?
¡Totalmente de acuerdo! El Saab 99 es un clásico icónico que siempre será recordado. Su diseño y rendimiento son incomparables. ¡No hay duda de que es un auto para los verdaderos amantes de la conducción!
¡Qué pena que Saab ya no exista! Me encantaría ver a esos clásicos rodando por las calles.
¡Vaya, qué lástima! Supongo que a algunos les gustan los coches clásicos, pero personalmente prefiero ver marcas más modernas y confiables en las calles. Cada uno con sus gustos, ¿no?
¡Vaya, qué recuerdos me traen esos Saabs! El Ursaab y el Saab 93 son clásicos indiscutibles.
¡Qué recuerdos! El Saab Sonett siempre será mi favorito, ¡qué diseño tan único!
El diseño del Saab Sonett puede ser único, pero la fiabilidad y el rendimiento son otra historia. Prefiero quedarme con marcas más confiables y con mejor desempeño. Cada quien tiene sus gustos, pero para mí, hay opciones mejores.
¡Vaya, qué nostalgia me da recordar esos modelos de Saab! Definitivamente dejaron huella en la historia automotriz.