
Agrandar
Hasta la llegada del RS Q8, el SQ8 TDI de esta prueba era la versión mucho más deportiva de la familia Q8. Por el hecho de que Audi regresa a apostar por el gasóleo como comburente prestacional y, a juzgar por lo que comprobarás en esta prueba, la jugada fué prácticamente profesora.
El Q8 significó para Audi su estreno en el segmento de los SUV de corte deportivo. Con un diseño portentoso y una silueta cupé de manera perfecta dentro en sus cinco metros de largo, fue el responsable de ingresar incontables datos que más tarde se fueron observando en el resto de pertenecientes de la familia Q de la marca de los 4 aros. Al comunicar interfaz con su hermano de corte familiar, el Q7, aguardábamos con ansia la comercialización de su variación deportiva, el SQ8 TDI, lo que a varios nos sorprendió fue que se liara la manta a la cabeza y decidiese sacar asimismo una versión RS con nada menos que 600 CV bajo su capó.
Te puede atraer: Visita la factoría de Audi sin desplazarte de casa
Esos son otros menesteres que aguardamos investigar mucho más adelante, con lo que estas líneas están dedicadas íntegramente al SQ8 TDI. Una versión que, como sucede en el SQ7, suma las iniciales TDI en lo que viene a ser un claro deber de Audi por el diésel, ese comburente tan injuriado recientemente pero que demostró ser tan limpio, o mucho más, que la gasolina.
Cuáles son los oponentes del Audi SQ8 TDI

50 fotografías
Agrandar
Como mencionamos, con el Q8 Audi entró de lleno en la categoría de todocaminos cupé (donde ahora tiene aun otro miembro, el Q3 Sportback), exactamente la misma que se ocupó de estrenar BMW con el X6 en el 2008 y que supuso un punto de cambio para el mercado. Tal es conque tras el bávaro, se sumaron a este catálogo el Mercedes-Benz GLE Coupe, el comentado Audi Q8, el Porsche Cayenne Coupé o, en un nivel levemente superior, los Maserati Levante o Lamborghini Urus.
Si tenemos en consideración que el V8 biturbo de 4.0 litros que mucho más adelante analizaremos crea un total de 435 CV, observamos que el único contrincante directo (por usar exactamente el mismo comburente) del SUV cupé de Ingolstadt es de todos modos nuestro X6, en concreto la versión M50d que lleva a cabo 400 CV. Si abrimos mucho más la mano y admitimos otros comburentes, contamos ahora el Merecedes-AMG GLE 53 4MATIC+ Coupé con 435 CV o el Porsche Cayenne S Coupé con 442 CV.
En lo relativo a sus costos, mucho más adelante observaremos si merece o no la pena abonar los 36.750 € de sobra que cuesta en frente de un Q8 50 TDI quattro de 286 CV pero en comparación con sus contendientes, los 122.830 € de los que parte suponen un plus de 7.422 € en frente de un Porsche Cayenne S Coupé, 7.130 € mucho más que el X6 M50d (115.700 €) y 1.330 € sobre el AMG GLE 53 4MATIC+ Coupé.
Nuestra opinión: 8,8
Considerable
- Diseño exterior con opcionales
- Contestación mecánica
- Activa de conduccion
Mejorable
- Precio final poco justificado
- Bastantes elementos opcionales
- Escapes falsos
Ver ficha técnica y equipamiento
Diseño: como un Q8 ‘gordito’

50 fotografías
Agrandar
Quizá uno espera que por esos prácticamente 37.000 € de sobra que Audi solicita por él en relación a un Q8 diésel, tuviese un modelo despampanante y mucho más único. No obstante, la firma de los 4 aros es leal a sus principios y este SQ8 TDI bien podría tratarse de un Q8 que combinase el acabado Black line y el bulto S line.
Más allá de ello, siendo justos, la verdad es que este SQ8 TDI (cuando menos la unidad que ilustra estas líneas) luce una figura increíble. Quizá sea pues los elementos introducidos incrementan su longitud 20 mm (5.006 mm) si bien lo situación es que toda la culpa la tienen varios de los elementos opcionales que tiene dentro. Charlamos de las llantas de 22 pulgadas, las pinzas de freno en colorado, las molduras en negro o el color Naranja Dragón Metalizado… Si procuramos los datos únicos de la sigla S, deberemos poner nuestros ojos en la región posterior. Allí observaremos el logotipo SQ8 en la sección izquierda y el gran difusor en el que se incrustan 2 salidas de escape dobles de las que, atención, las exteriores son falsas y incumplen mucho más función que la estética.
Interior: sutil pero afinado

50 fotografías
Agrandar
En el interior pasa algo afín puesto que este SQ8 TDI prosigue pareciéndonos un Q8 bien customizado. Imprescindibles se vuelven plus como los asientos de deportes agregado con tapizado en cuero Valcona romboidal, el sistema de iluminación ámbito LED, el volante deportivo achatado en su parte de abajo, tapizado en cuero con ajuste eléctrico tal como las molduras Carbon Vektor que le aportan ese toque único. Datos por los que, nuevamente, hay que pasar por caja.
Por el hecho de que en cuanto al resto, el habitáculo del SQ8 es idéntico al de cualquier hermano de gama, lo que, lejos de ser una crítica es del mismo modo una virtud por el hecho de que si por algo resalta este SQ8 TDI es por su vistosidad y calidad de fabricación. El puesto de conducción está encabezado por la doble pantalla táctil central con función háptica (emite una vibración al apretar para emular un botón físico) y se completa con el Audi virtual cockpit y con el Head-up display. Es cierto que el cuadro de instrumentos digital proporciona una configuración deportiva, con unos gráficos mucho más activos y con sub-menús que dan información agregada como un cronómetro o un diagrama de fuerzas G.
En lo que se refiere a la habitabilidad, todo sigue. La región posterior es con perfección útil para tres mayores, aun más allá de la caída del techo, al tiempo que el maletero cubica nada menos que 605 litros, un apunte idóneo para almacenar todo cuanto se nos antoje.
Motor: extendida vida al diésel

50 fotografías
Agrandar
Que paguemos prácticamente lo cuesta un Audi A4 por tener un SQ8 TDI en vez de un Q8 comienza a tener justificación en este capítulo: el motor. Audi prosigue confiando en sus mecánicas de gasóleo como corazón de sus ediciones deportivas como nos probó con el primer SQ5 TDI o, mucho más últimamente, con el S6 Avant TDI.
En la situacion que aquí nos ocupa, el bloque es exactamente el mismo que desplaza al SQ7 TDI, esto es, el V8 biturbo de 4.0 litros que crea la friolera de 435 CV y que se transforma, de hecho, en el motor diésel mucho más fuerte del mercado, que dicen próximamente.
Alén del potencial que crea resalta más que nada por la increíble cifra de par que crea y que, además de esto, aparece a un régimen de revoluciones muy bajo. Charlamos de nada menos que 900 Nm libres desde solo ¡1.000 rpm! Cifra que se traduce en un empuje instantáneo a poco que rocemos el pedal con el pie.
El encargado de tener esta contestación tan fulgurante no es otro que el compresor de accionamiento eléctrico (EPC) que asiste a los 2 turbocompresores del V8 en el comienzo de la marca y en el momento en que el motor da un giro en un régimen bajo de revoluciones. El desempeño de los 2 turbos es secuencial: a menos de 2.200 rpm se abre únicamente uno y en el momento en que pasamos de tal régimen, se activa el otro, siempre y en todo momento asistidos por el EPC. Además de esto, en las culatas, la admisión se ubica en el lado exterior, al tiempo que el escape de los dos turbocompresores están dentro de la V, ocasionando el paseo de los gases sea mucho más corto y que la contestación sea prácticamente instantánea.
Accionar: grande y pesado pero ágil

50 fotografías
Agrandar
Una contestación instantánea que se traduce en unas posibilidades para quitarse el sombrero. Pues este SQ8 TDI más allá de arrastrar un peso de prácticamente 2,5 toneladas y tener una carrocería de cinco metros de largo, es mucho más veloz aun que el S6 Avant TDI. Solo precisa 4,8 segundos para pasar de 0 a 100 km/h al paso que la agilidad punta está pertinentemente autolimitada a 250 km/h.
No obstante, lo que verdaderamente llama la atención es la agilidad con la que se desplaza dada su fisonomía. No hablaremos de él como un genuino trazalíneas pero ese título se le acerca bastante. El inconveniente, nuevamente, es que para acrecentar claramente el dinamismo del SQ8 TDI hay que regresar a pasar por caja y abonar los 1.515 € que cuesta el eje trasero direccional.
Tenemos la posibilidad de prescindir de él por el hecho de que ahora poseemos una dirección progresiva variable con un equipo-up mucho más directo que en otro Q8, una tracción quattro con diferencial central autoblocante o una suspensión neumática adaptativa deportiva (comienzas a comprender de dónde sale el sobreprecio), tal como un fuerte equipo de frenos con discos ventilados delanteros de 400 mm y traseros de 350 mm, pero quien desee sentir de qué manera este SQ8 TDI baila entre las curvas enlazadas va a deber agregar la dirección activa a las 4 ruedas. Un factor que resulta aun útil en entramados urbanos, donde como observaremos en el apartado del consumo asimismo puede desenvolverse con gracejo.
Pero volviendo a la carretera abierta o a un tramo de montaña, la verdad es que este SQ8 TDI es una delicia de conducir. Aun el sonido emitido por el V8 TDI es embriagador con un rápido gorgoteo en las aceleraciones concluyente… que son prácticamente todas pues merced al EPC el inquietante turbo lag (delay) prácticamente desaparece completamente. Si deseamos acrecentar aún mucho más la eficiencia del chasis, aquí sí deberemos ‘aflojar la pasta’ y también integrar el tren de rodaje advanced (en el que se incluye además de esto el eje trasero direccional) con un diferencial deportivo que nos anota de forma mucho más eficaz aun en la curva.
Ni que decir debe el desempeño del cambio tiptronic de ocho relaciones es increíble y si bien en modo manual no nos deja apurar bastante el régimen para resguardar el motor, se expone rápida y precisa en modo automático siendo inapreciables los cambios de marcha.
En esta amalgama de experiencias tenemos la posibilidad de aun omitir el montaje de los frenos carbocerámicos. Primero por el hecho de que su factura sube a los 11.205 € y segundo pues a fin de que sean tan efectivos como se estima deben coger temperatura con velocidad y eso no lo conseguiremos en ningún punto mucho más que en el circuito.
Ahora puesto a denominar zonas poco probables por las que este SQ8 TDI va a rodar, el campo. Sí, es cierto que la suspensión neumática le entrega alguna utilidad para sortear caminos o zonas algo escarpadas, pero ni sus neumáticos de perfil bajo ni su filosofía están concebidos para ello.
Equipamiento: prepara la chequera

50 fotografías
Agrandar
Como comentamos, quizá varios aguardaban que por esos 122.830 €, este SQ8 TDI fuera cargado hasta los dientes. Y si bien sí proporciona de serie algún que otro elemento que justifica su precio, alén del comentado motor, la verdad es que para conseguir una unidad como la nuestra es requisito llevar a cabo un desembolso plus notable.
Específicamente charlamos de sobra de 35.000 € en opciones que causan que la factura se eleve hasta alén de los 155.000 €. Entre otros muchos están ciertos ahora comentados como la pintura Naranja Dragón (1.385 €), los asientos de deportes agregado (1.450 €), las molduras Carbono Vektor (1.120 €), las llantas de 22 pulgadas (1.915 €), el Head-up display (1.835 €)…
A estos se aúnan varios que tenemos en cuenta deberían ser parte de la dotación estándar como la función eléctrica de los asientos (645 €), el Audi phone box con carga inalámbrica (660 €), el climatizador de 4 zonas (525 €), el aislamiento acústico de las ventanas (660 €), los faros Matrix LED (1.820 €), la cámara posterior (625 €), los cristales traseros tintados (595 €), la iluminación de ámbito (330 €) o la cubierta eléctrica de maletero (345 €). Todo ello sin contar los opcionales concebidos para progresar la activa de conducción como vimos previamente.
Consumo: la etiqueta influye

50 fotografías
Agrandar
Nos hemos guardado para este capítulo el charlar del sistema micro-híbrido que monta merced al como luce con orgullo la etiqueta ECO de la DGT, reportándole un sinfín de provecho y virtudes (ingreso sin límite al centro urbano, bonificación del 50% en las ubicaciones SER…). Sabemos de que charlar de una mole de 2,5 toneladas, cinco metros y 435 CV con dicho sello es paradójico, pero Audi ha conocido sacarle partido a este sistema. Una tecnología a través de batería de 48 voltios que no solo contribuye un plus de capacidad en ciertos instantes, sino al estar conectado al motor hace las ocasiones de alternador y motor de arranque, llegando a desconectarlo a lo largo de 40 segundos y entre 55 y 160 km/h. Por su lado, el sistema Stop&Start puede conectarse desde los 22 km/h al paso que en las frenadas, la batería de logre recobrar hasta 8 kW de energía.
Esto traducido en consumo se acerca a un ahorro de 0,7 l/100 km según las estimaciones de Audi. En nuestra prueba hemos comprobado de qué forma la incidencia de la orografía y de nuestras pretenciones perjudica en el gasto. Me explico. Para un empleo todos los días, el SQ8 TDI es con la capacidad de gastar tan poco como un Q8 50 TDI, girando los poco mucho más de 9 l/100 km. En un empleo intensivo por carretera tenemos la posibilidad de bajar aun de los 7/100 km, al paso que en tramos revirados en los que deseamos exprimir al límite el potencial del turismo, de manera fácil observaremos superaremos los 13 l/100 km.
No entiendo por qué alguien querría un Audi SQ8 TDI cuando podría tener un coche eléctrico. 🤔
¡Me encanta el diseño gordito del Audi SQ8 TDI! ¿Quién dijo que los SUV no pueden ser elegantes y potentes a la vez? 🚗💨
El Audi SQ8 TDI es una bestia en la carretera, ¡pero no creo que pueda competir con un Lamborghini Urus! ¿Quién está conmigo?
Me encanta el diseño gordito del Audi SQ8 TDI, pero ¿en serio, extendida vida al diésel? 🤔
Vaya bicho de coche, el Audi SQ8 TDI. Pero, ¿quién necesita un motor diésel en estos tiempos? 🤷♂️
Pues, amigo, hay quienes aún valoran la potencia y eficiencia del diésel. No todos buscan seguir la moda o preocuparse por lo políticamente correcto. Cada uno tiene sus preferencias y necesidades. ¡Vive y deja vivir! 💪🚗
No entiendo por qué alguien compraría un Audi SQ8 TDI cuando hay opciones más emocionantes en el mercado.