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Nos ascendemos al Mazda6 Wagon 2.2 Skyactiv-D 175 AT AWD para revisar su eficacia. El modelo japonés tiene una práctica ahora interesante carrocería familiar, el motor diésel mucho más fuerte de la gama, una cómoda transmisión automática y un tracción total que contribuye un agregado de seguridad ¿Qué mucho más se puede soliciar?

El diseño Kodo le sienta realmente bien al Mazda mucho más familiar
El Mazda6 recibió una actualización hace pocos meses, si bien había que sacar la lupa para poder ver sus cambios estéticos. Pero lejos del chato visual, las noticias en equipamiento y mecánica sí que aportaron un valor agregada a este modelo así como pude revisar en la presentación del Mazda6 2017. Para agrandar aquellas primeras impresiones he tenido ocasión de convivir con la berlina de Japón a lo largo de considerablemente más km.
Basado en la filosofía Skyactiv que se aplica en todos y cada uno de los elementos de la novedosa hornada de modelos de la marca de Hiroshima, desde Mazda alardea de una gama con “turismos de gasolina con consumo de diésel y turismos diésel con consumo de híbrido”. Siendo una afirmación muy audaz, puse particular interés en revisar de qué manera de eficaz podría resultar la renovada berlina de Japón.
Presto a comer desaforadamente km escogí la versión mucho más viajante viable. El Mazda6 Wagon 2.2 Skyactiv-D 175 AT AWD tiene, a priori, todo cuanto uno desea querer en un vehículo rutero: un diseño atrayente con carrocería familiar para cargar con la vivienda a cuestas, abundante equipamiento de seguridad y confort, el motor diésel mucho más fuerte de la gama, una cómoda transmisión automática y un sistema de tracción total que contribuye un agregado de seguridad y seguridad si el tiempo se revela.
Entre los turismos familiares mucho más seductores
Para redondear la decisión, la unidad que me acompaña tiene la combinación de color Soul Red exterior y tapicería blanca en el interior, la mejor en mi entender. Simplemente hermoso. Además de esto, entre las virtudes del habitáculo acabado en tonos claros es que se consigue mayor iluminación y sensación de amplitud. A esta característica asimismo contribuye su grano de arena el techo del sol practicable, más allá de que se echa en falta que tuviese un formato panorámico.
De todas maneras la amplitud interior no solo es una cuestión de impresiones sino más bien una situación. Las sillas delanteras tienen extensas regulaciones eléctricas y localizar una posición cómoda al volante es sencillísimo. Los asientos traseros tienen un óptimo espacio longitudinal (si bien no relucen en altura) y dejan regular la inclinación del respaldo en 2 situaciones. La plaza central es angosta y menos confortable, como es frecuente, pero aún de este modo puede emplearse sin remordimientos.

No es nada frecuente que la versión familiar de un modelo sea mucho más corta que el sedán, pero de esta forma pasa con el Mazda6 Wagon
El volumen de carga del modelo familiar es de 522 litros hasta la bandeja, o sea, 42 litros mucho más que el sedán. Un apunte meritorio por el hecho de que raramente el Mazda6 Wagon es 65 mm mucho más corto que la berlina ya que su carrocería se queda en los 4.800 mm de longitud. El espacio que da el maletero es muy utilizable por sus formas y está equipado con perchas, cintas y argollas para sostener cualquier cosa, aparte de una práctica toma de 12V. Realmente bien planeado. Bajo el piso se posiciona un kit de reparación de pinchazos y una región compartimentada para almacenar elementos pequeños.
Con el maletero bien cargado, fue el instante de arrancar la primera ruta con un paseo de 350 km, prácticamente todos por autovía y con un desnivel desfavorable de prácticamente 200 metros. La mayoría del tiempo rodé al mismo ritmo del tráfico, cerca del límite de agilidad y sin preocuparme singularmente de realizar una conducción eficaz con un resultado final de 6,5 l 100 km.
No tardé bastante en revisar que el confort de marcha es destacable pero el estruendos de rodadura me pareció bastante alto, forzando a subir el tono para sostener una charla con los ocupantes del vehículo. No recuerdo que me pareciera tan conocido a lo largo del acontecimiento de presentación conque mis supones son que los responsables primordiales de este estruendos eran los propios neumáticos.

Maletero capaz y bien resuelto
Un viajero lleno de sistemas de seguridad y confort
En este vías veloces es donde mucho más partido se saca al nuevo Head Up Display, que tras el restyling proporciona un óptimo tamaño y calidad para leer con perfección toda la información básica sin la necesidad de separar la mirada de la carretera en busca del cuadro de instrumentos. Además de esto disponemos ayudantes como el control de crucero adaptativo, el sistema de reconocimiento de señales de tráfico, el control de ángulo fallecido o el asistente de cuidado en el carril.
Dejando atrás la autopista y accediendo en zonas reviradas el accionar es intachable, con un dinamismo llama la atención para un modelo con carrocería station wagon. El sistema G-Vectoring Control que ajusta la distribución de par de forma mucho más perfecta contribuye a que el accionar sea muy neutro y contribuye mucha seguridad en los giros, realizando que el familiar japonés tenga un accionar muy noble y prosiga fielmente el dictado del volante.

El Mazda6 Wagon 2.2 Diésel AWD AT está libre desde 41.795 euros
Si en estas rutas de curvas nos animamos a acrecentar el ritmo y a ser mucho más rigurosos observaremos consumo sobre los 8 l /100 km. Por contra, asimismo hice múltiples recorridos con un kilometraje mucho más achicado poniendo el máximo interés en entrenar una conducción eficaz y bajar de los 5,5 l/100 km me resultó muy difícil conque me iba quedando claro que sería en ese rango de 5,5 – 8 donde me movería la mayoria de las veces salvo en lote puramente urbano.
Como me aguardaba, la conducción en localidad no resulta el lote perfecto para este familiar desde la perspectiva de la eficacia. El consumo urbano superó los 10 l/100 km con sencillez, lejísimos de los 6,4 l /100 km que homologa. En cuanto al resto, pese a su tamaño el Mazda6 Wagon se desplaza bien y maniobrar es simple merced a los sensores de aparcamiento delanteros y traseros y a la cámara posterior.
Para no perderse en región urbana y sus aledaños resulta importante la última generación del sistema multimedia MZD Connect con pantalla de siete pulgadas, radio digital y navegación (con mapas Navteq) que marcha con mucha fluidez, ofrece sendas elecciones en el caso de congestión y recalcula sendas con velocidad. Las funcionalidades tienen la posibilidad de manejarse desde la pantalla táctil (solo en el momento en que el turismo está parado), usando comandos de voz o a través de el mando giratorio HMI ubicado en la consola central.
En frío, este 2.2 Skyactiv-D deja ver tenuemente pero con claridad las vibraciones, recordándome que este vehículo tiene un corazón alimentado por gasóleo. Una vez alcanzada la temperatura correcta es mucho más satisfactorio y entran en juego las novedosas tecnologías Natural Sound Smoother y Natural Sound Frequency Control que se dedican a atenuar la sonoridad que genera el motor en varias bandas de continuidad.

El equipamiento de seguridad del Mazda6 2017 es desprendido
El sistema de tracción total capaz i-ACTIV AWD está libre de forma exclusiva en esta versión Wagon con 175 CV. Pese a tener tracción integral no quiere ser una versión campera y la altura libre al suelo es exactamente la misma que la del resto de ediciones, conque no es conveniente distanciarse bastante del asfalto. En las ediciones con tracción total la aptitud del depósito de comburente es menor. Los 62 litros que caben en un modelo estándar dismuyen a 52 litros para los Mazda6 AWD, lo que naturalmente supone conocer mucho más de manera frecuente la estación de servicio.
Algo que me ha llamado la atención es que la estimación de autonomía sobrante es engañosísima. Con el depósito lleno hasta arriba el computador de dentro es formidablemente fatalista y lanza una autonomía inferior a los 600 km. Un apunte que tiene poco sentido al tener un depósito de 52 litros y que me anima a meditar que la reserva es muy precavida. Probablemente se logren sobrepasar extensamente el centenar de km con el testigo de la reserva encendido.
No hay libres métodos de conducción que cambien los factores del vehículo, todo es dependiente del conductor
El paseo de vuelta había de ser inferior al de la ida, pues en esta ocasión el desnivel me favorecía. Y de este modo fue la mayoría del tiempo por el hecho de que se encontraba girando los 6,1 l/100 km pero me aguardaban retenciones en el tramo final. En atascos es en el momento en que uno mucho más se alegra de tener una transmisión automática y de este modo se puede uno olvidar del juego primera, segunda, punto fallecido, primera, segunda, punto fallecido, etcétera que se reitera hasta la saciedad en retenciones a lo largo de unas decenas y decenas de km. El consumo final se quedó en 6,4 l/100 km, prácticamente lo mismo que a la ida.
Conclusiones
Debo admitir que los consumos conseguidos por esta versión me han impresionado poco. Quizá se deba a que tenía el listón puesto altísimo por el hecho de que Mazda alardea (con razón) de la tecnología Skyactiv. Los 6,7 l/100 km conseguidos en el final de la prueba con prácticamente 1.100 km recorridos no son un mal resultado, ni muchísimo menos, es un número adecuada pero poco asombroso por el hecho de que ciertos de sus oponentes tienen la posibilidad de conseguir registros afines.

El consumo medio final de la prueba fue de 6,7 l/100 km
Con relación al gasto de comburente, el beneficio de la mecánica Skyactiv-D de 175 CV no es su austeridad sino más bien su seguridad. Esto es, da lo mismo a qué ritmo hayamos ido pues el consumo oscila poco conque en el momento en que es necesario es viable explotar las buenas posibilidades que da sin remordimientos. De todas maneras hay que tener en consideración que esta unidad lo tenía todo en contra. La aerodinámica del Wagon es peor que la del sedán (un CX de 0,28 en oposición al 0,26 de la berlina), la tracción total incrementa el consumo de comburente y el cambio automático asimismo es mucho más gastón que la caja manual.
¿Es buena compra? Indudablemente, sí ¿Es la mejor compra? seguramente, si lo que procuramos es buen punto medio. Pero en caso de que el consumo sea nuestro primordial requisito vamos a deber prescindir de ciertos elementos que he citado previamente. La versión 4×2 con cambio manual nos servirá para cortar unas décimas de litro en el consumo promedio, aparte de ahorrarnos un óptimo puñado de euros en el instante de la adquisición del vehículo.
En caso de que no estemos bastante preocupados por la frugalidad y deseamos una experiencia superior en dinamismo y confort, la gama del familiar japonés ofrece una alternativa bien interesante: el Mazda6 Wagon 2.5 de 192 CV. Gasta un tanto mucho más, sí, pero la diferencia no es muy grande y a cambio el confort de marcha optimización claramente por ser mucho más discreto y despacio.
Vaya pedazo de coche, ¿no? El Mazda6 Wagon tiene pinta de ser una bestia en la carretera. ¡Me encantaría probarlo!
Vaya, ese Mazda6 Wagon se ve bastante atractivo. ¿Alguien ha tenido la oportunidad de probarlo? #quierounomazda
¡Vaya bólido! El Mazda6 Wagon tiene todo lo que necesitas para ser el rey de la carretera.
Vaya, el nuevo Mazda6 Wagon tiene un diseño seductor y lleno de sistemas de seguridad. ¡Me encantaría probarlo! ¿Alguien más?
¡Totalmente de acuerdo! El diseño del Mazda6 Wagon es simplemente cautivador y los sistemas de seguridad son impresionantes. Definitivamente también me encantaría tener la oportunidad de probarlo. ¿Alguien más se apunta? ¡Aceleremos juntos!