Proseguimos examinando modelos de las mejores fabricantes
Audi ha entrado por la puerta grande con su primer crossover urbano, el nuevo Audi Q2. Probamos la versión que va a tener mayor importancia a nivel comercial, el Q2 con el motor diésel 1.6 TDI de 116 CV con cambio manual y tracción frontal.

Personalidad propia: El diseño del Q2 es muy distinta al del resto de modelos de Audi
El segmento de los SUV urbanos es el que disfruta de sobra salud en el mercado, exponiendo un desarrollo que no semeja tener fin si bien todavía es un territorio poco explorado por las fabricantes de mucho lujo. El nuevo Audi Q2 es la primera incursión de la marca de los 4 aros en esta categoría y para no errar el tiro decidió apostar fuerte.
Los modelos premium son tan pocos en este segmento que, en verdad, el supuestamente único contrincante del Q2 va a ser el MINI Countryman. La marca de Ingolstadt asimismo intenta capturar ciertos clientes del servicio potenciales de elecciones de un tamaño algo superior, como el BMW X1 o el Mercedes GLA -que no compiten de forma directa con el Q2 sino más bien con el Audi Q3-, pero que deseen algo con un estilo juvenil y de carácter urbanita.
Exactamente personalidad no le falta. En verdad, es el único modelo de Audi en vestir este diseño poligonal con una cintura alta, voladizos cortos y una línea de techo descendente hacia el pilar C de color personalizable, que la marca llama blade, una característica presente asimismo en el Audi A1.

El pilar C (blade) es ancho y resta visibilidad en varias
maniobras, de ahí que la cámara posterior es una alternativa aconsejable
El 1.6 TDI va a ser el motor mucho más buscado del Q2
En su presentación en todo el mundo te tenemos aspecto todo cuanto da el nuevo Audi Q2, aparte de ciertas pinceladas sobre el accionar de ciertas de sus ediciones. Tuvimos la posibilidad de regresar a ponernos tras el volante del SUV alemán y en esta ocasión hemos aprovechado para saber con mayor hondura la versión que a priori concentrará el mayor volumen de ventas entre los tres propulsores TDI y otros tres TFSI que conforman la gama. Hablamos de la versión con el motor diésel de ingreso, el 1.6 TDI de 116 CV.
Esta mecánica de gasóleo con turbocompresor de geometría variable está enlazada al cambio manual y a la tracción frontal. Mucho más adelante se agregará la oportunidad de montar una transmisión automática de doble embrague Stronic de 7 velocidades. El célebre sistema de tracción integral quattro va a quedar guardado para las motorizaciones superiores.
La habitabilidad es considerable. El crossover urbano alemán tiene unas dimensiones muy contenidas con 4,19 m de longitud, o sea, 12 cm menos que un Audi A3 Sportback, pero el espacio está realmente bien aprovechado. Las plazas delanteras son muy extensas y atrás hay ubicación de más para 2 mayores de 1,85 m de estatura, si bien el taburete central es ajustado y también incómodo. El maletero es extenso con sus 405 litros de aptitud, 35 mucho más que el A3 Sportback, que se puede acrecentar hasta los 1.050 litros en el momento en que se abate el respaldo de los asientos traseros. Opcionalmente el portón puede conducir un sistema de accionamiento eléctrico (575 euros).

La calidad interior es inigualable, si bien el diseño es sobrio y no posee la lozanía del exterior
Los acabados interiores detallan mucha solidez y unos cambios muy precisos. La atmósfera transmite mucha calidad, a pesar de que los cuadros de las puertas tienen un aspecto bastante fácil y anodino. El Q2 da 6 colores y 10 superficies a escoger para el interior aparte de una iluminación interior LED con 10 tonos distintas.
Hay tres escenarios de equipamiento llamados design edition, sport edition y el único #untaggable edition. A estos se les puede agregar los packs S-line, Audi design selection (llantas concretas, asientos de deportes con tapicería mezclada de lona y cuero y molduras de aluminio cepillado), Visión (faros LED, pilotos traseros LED, retrovisores calefactables y sensores traseros de estacionamiento) y Sound and Color (Audi Sound system, pc de bordo en color, molduras interiores de aluminio y blade concreto).
La lista de plus para el crossover alemán es larguísima y proporciona varias opciones de personalización. Existen algunos elementos opcionales muy aconsejables a elegir entre el repertorio de plus como los faros LED (1.465 euros), el cuadro de instrumentos digital Audi virtual cockpit (540 euros), la cámara posterior (445 euros) o el control de crucero adaptativo (460 euros).

El magnífico cuadro de instrumentos digital utiliza una
pantalla de 12,3 pulgadas
Audi llama MMI -Multi Media Interfaz- a su sistema de infoentretenimiento. Hay tres tipos. El de serie es el MMI radio agregado que transporta sintonizador de radio, reproductor de disco compacto y lector de tarjetas. El intermedio es el MMI Navegación (680 euros) que transporta puerto de recarga USB, navegación con mapas 3D y punto de ingreso WiFi que viene dentro. El mucho más terminado es el MMI Navegación agregado (2.175 euros) y transporta una unidad de DVD y otra flash de 10 GB para ficheros de música, 2 leyentes de tarjetas y deja actualizaciones en línea.
Los 2 primeros emplean un display de 7 pulgadas y el último una de 8,3 pulgadas. Si bien el tamaño no semeja diferir bastante, la verdad es que se aprecia pues no solo es algo mucho más grande sino tiene mayor resolución (1.024 x 480 pixeles). En todo caso la pantalla del sistema multimedia no es táctil, su manejo se efectúa por medio de un mando ubicado entre los asientos delanteros llamado MMI Touch. Es requisito familiarizarse con él puesto que ciertas funcionalidades no me han semejante muy intuitivas.
Un accionar intachable
¿De qué forma se comporta el Q2 1.6 TDI? Solamente ponerme tras el volante me llamó la atención que la situación de conducción no es elevada como en otros crossovers, sino es muy cercana a la de un turismo. Según Audi, en el Q2 el conductor está sentado 8 cm mucho más bajo que en un Q3.

Los asientos de deportes del bulto S line son cómodos y recogen realmente bien el cuerpo
El turbodiésel de ingreso distribución 116 CV muy voluntariosos. Más allá de que no es un número de capacidad muy elevada las posibilidades son buenas debido a que el par máximo de 250 Nm se da de forma incesante entre las 1.500 y las 3.200 rpm, un rango amplísimo. Empuja con bastante contundencia haciendo una conducción habitual.
El cambio manual de 6 velocidades tiene un manejo muy divertido, con recorridos cortos y precisos. Las marchas altas tienen unos desarrollos muy largos que dejan circular a ritmos superiores pero a bajas vueltas, favoreciendo el consumo. Las marchas bajas tienen una relación mucho más clausurada para ofrecer una aceptable aceleración -el Q2 1.6 TDI pasa de 0 a 100 km/h en 10,3 segundos-.
Esta toma de contacto con el crossover de Audi de unos 250 km entre Bilbao y Santander entendió múltiples recorridos donde parte importante se efectuó por autovía, pero asimismo incluyó sendas por montañosas rutas secundarias y ciertos desplazamientos urbanos. Los consumos del Q2 se ubicaron levemente bajo los 6 l/100 km según el pc de dentro.
Realizando una conducción eficaz se tienen la posibilidad de cortar unas décimas a ese valor pero me semeja realmente difícil que se logre hallar lograr el consumo mezclado homologado de 4,6 l/100 km que comunica esta versión con los neumáticos de tamaño desprendido (215/50 R18) de serie. En todo caso resulta un excelente resultado poder hallar valores de 5 y pico y charla bien de la eficacia de este 1.6 TDI.

El color exterior Amarillo Vegas se encuentra dentro de los mucho más audaces para vestir al nuevo Q2
Hablamos de una mecánica cuya sonoridad no puede ocultar su carácter diésel, en especial a baja agilidad, más allá de que la rumorosidad solamente llega al interior del habitáculo. El estruendos aerodinámico es mucho más nítido en el momento en que circulamos sobre los 100 km/h, si bien en ningún instante llega a escenarios que resulten molestos.
Dinámicamente entre los puntos que mucho más me agradó fue el acertado tarado de la suspensión. La amortiguación del Q2 tiene un ajuste que limita las oscilaciones de la carrocería, consiguiendo una elevada precisión de guiado y una aceptable agilidad en zonas reviradas. No obstante esa configuración no se tradujo en un vehículo incómodo, al revés, la suspensión hace un óptimo trabajo filtrando las irregularidades del asfalto sin inconvenientes.
El misterio es la amortiguación regulable “dámper control”, opcional por 940 euros, que utiliza amortiguadores de gas con doble tubo que tienen dentro una válvula electromagnética que controla el fluído de fluido hidráulico entre las cámaras interior y exterior, amoldando su dureza según las condiciones de la carretera en cuestión de ms. Audi asimismo proporciona una suspensión deportiva (260 euros) en el bulto deportivo S line que rebaja la altura de la carrocería 10 mm.

Lejos del asfalto, el Q2 cumple bien por pistas fáciles
Pese a su carácter urbano, el Q2 asimismo se atreve con pequeña incursiones offroad. A lo largo de esta toma de contacto con el modelo alemán pude circular resumidamente por una pista en buen estado y probó que esas situaciones asimismo todavía es un vehículo cómodo y que es con la capacidad de sobrepasar pequeños óbices con solvencia. La altura libre al suelo es de 200 mm, un apunte espléndido.
El Audi Drive Select cuesta 235 euros y ofrece cinco programas de conducción: coche, comfort, dynamic, efficiency y también individual. Ajustan la contestación del motor y la asistencia de la dirección y, si los transporta, asimismo altera la actuación de la caja de cambios automática -en las ediciones Stronic-, la amortiguación adaptativa -si la transporta-. De esta forma se puede seleccionar sencillamente entre una contestación deportiva o una mayor eficacia.
El valor del Audi Q2 con este motor 1.6 TDI de 116 CV una parte de los 27.420 euros, un número muy destacable sabiendo que la cuota puede acrecentar sensiblemente conforme hayamos ido sumando plus y packs de equipamiento. Es el valor a abonar por el modelo mucho más lujoso y tecnológico de su segmento.