Peligros y virtudes de obtener un turismo de renting, leasing o alquiler

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Uno de los más importantes distribuidores del campo del turismo de ocasión es el canal del alquiler, que da enormes y variadas flotas a costes atractivos. Pero… ¿verdaderamente atrae obtener un automóvil a estas compañías?

Recordaré aquí resumidamente las diferencias entre turismos de leasing, renting y alquiler puro y duro, para después ingresar en cuáles son sus primordiales virtudes y también problemas. Los primeros son vehículos “de alquiler con opción a compra”. Hoy día, muchas fabricantes, bajo sus programas “moderniza tu vehículo cada X años o quédatelo o devuélvelo“ desean decir esencialmente eso mismo. Hay una entrada, unas cuotas y un pago final que es el que va a marcar la diferencia sobre si te quedas el vehículo abonándolo, lo cambias por otro y comienzas de cero o devuelves el que tienes y te marchas con la relativa calma de que has gozado del automóvil unos años pagando poco mucho más de la mitad de su precio total.

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En relación a estos automóviles, una vez lanzados al mercado de segunda mano la primordial intriga es entender si su estado económico está cada día y absolutamente nadie nos va a poder soliciar mensualidad ni alzamiento de dominio alguno. En cuanto al resto, es un vehículo de especial corriente y moliente.

Un turismo que llega del renting, buena opción

El renting, por su lado, es un alquiler en un largo plazo. Lo acostumbran a subscribir compañías, en tanto que su gasto periódico desgrava -en otros países no es necesario ser compañía para tener un automóvil de renting y desgravar-. En el trato, la compañía de renting en general proporciona (pues lo ha negociado con la marca) un cuidado sin costo o con un coste bajísimo ahora prorrateado en todos y cada cuota. Además de esto, frecuenta integrar el cambio de neumáticos con diferente continuidad.

Estos turismos son atrayentes, en tanto que entendemos que siempre y en todo momento tuvieron exactamente el mismo conductor y, ya que el cuidado se encontraba incluido, este se ha respetado a rajatabla. En la temporada de bonanza se podían hallar, que proceden de contratos de renting, berlinas de mucho lujo bien pertrechadas y con 2 o tres años de antigüedad a buen precio. El día de hoy, lo que mucho más sobran son sólidos un tanto mucho más básicos y algo mucho más rodados. Lo habitual. La mayor parte de las ocasiones, decantarse por uno de estos automóviles tiende a ser una aceptable compra.

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El peligro de obtener un turismo de alquiler

En este momento vamos con los turismos de alquiler, una opción alternativa atrayente, pero no exenta de determinado riesgo. Procuremos minimizarlo sabiendo lo que nos marchamos a localizar y qué nos llevaremos.

Hasta hace no bastante, la oferta de automóviles de alquiler era bastante «mohína»: urbanos y sólidos de gasolina ineludiblemente con el acabado mucho más básico. En este momento que el cliente se hizo mucho más riguroso, las alquiladoras han ampliado su gama, y bastante. Hay urbanos, sólidos, descapotables, coupés, familiares, monovolúmenes, todo terrenos y hasta motocicletas de tres ruedas.

Lo mucho más interesante y lo que mucho más nos olvidamos en los turismos de alquiler

Está realmente bien y es un cambio destacable… Pero el que no es tal es el referido a las ediciones y su equipamiento. Si bien en la actualidad las motorizaciones diésel son las que se llevan el gato al agua, los acabados prosiguen siendo los mucho más básicos -la mayoria de las veces – de las gamas. No, amigo, no aguardes localizar un BMW 530d con cuero y techo del sol por estos lares, que lo que vas a encontrar son miríadas de BMW 518d (520d, con suerte) de color gris o blanco, climatizador… y punto pelota.

Cuando menos, o sea lo que sucede en los turismos que proceden de las compañías mucho más enormes, si bien a mí ciertas alquiladoras mucho más pequeñas me dió en algún viaje una agradable sorpresa al buscar por el aparcamiento mi Mercedes Clase Y también guardado y localizarme con un 350 “al máximo” de equipo en vez del 200CDi “pelao”, como tiende a ser frecuente…

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Más allá de sus pocos km, pasaron por muchas manos…

Llevada a cabo la aclaración del producto libre, hay que estimar las condiciones del mismo. Aquí, precaución: estos automóviles, aún contando con escasos km (la mayor parte son “retirados” entre los 25 y 40.000 km), pasaron por inmensidad de manos desde su mucho más tierna niñez, lo que supone un rodaje poco ortodoxo. Además de esto, hay conductores -como yo- que cuidan su vehículo de alquiler como fuera de el, al tiempo que otros semeja que por todos y cada uno de los medios procuran la autodestrucción por el hecho de que sí. De todo hay y es exactamente lo mismo que te puedes hallar con vehículos de otra procedencia, pero si uno pasó por 300 manos diferentes… tiene mucho más opciones de que alguna de esas manos haya sido de un cafre.

Como te digo una cosa, te digo la otra: los automóviles se venden revisados y en general con un año de garantía, lo que debiese diluir algo nuestros temores.

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Otro “hándicap” nos lo vamos a encontrar con el tema de la ITV. Los turismos de alquiler pasan su primera revisión a los un par de años y desde el quinto deben superarla cada seis meses. Un pequeño trastorno y, en función de cuál sea tu provincia, un gasto molesto.

No nos ahorramos una cantidad ingente de dinero

Con todo, el ahorro que consigues en relación a un turismo nuevo está próximo al 30%. En lo personal, es este un punto a comprobar, ya que no me semeja ni muchísimo menos una rebaja voluminosa. Eso, un 30%, es lo que te ahorrarías optando por exactamente el mismo vehículo a igualdad de condiciones (antigüedad, equipamiento, color, km…) de algún otro origen. Insisto en que son modelos atrayentes, pero solo si el ahorro sobrepasa ese porcentaje.

Para terminar, varios me han preguntado de qué forma comprender si el automóvil que les han vendido procede de alquiler. Ya que es tan simple como ver la ficha técnica y si en el apartado “Clasificación del Vehículo” hace aparición un código 1041… sí: es o fué de turismo de alquiler (a propósito, 1040 es para los taxis y 1045… ¡para los turismos mortuorios!).