Opel Vectra (B), la berlina media del rayo que sorprendió 25 años atrás

Hace 25 años, en el Salón del Automóvil de Frankfurt, se presentaba la segunda generación del Opel Vectra (B). Amado por ciertos y rechazado por otros, el Vectra fue otro punto de cambio para la marca, puesto que significó un enorme avance no solo en temas de tecnología y equipamiento, sino más bien en seguridad. Y como es uno de esos turismos que todos conocemos, pero absolutamente nadie ha indagado en su crónica, el día de hoy el día en el que lo vas a conocer un poquito mejor.

Fue construido desde octubre de 1995 a abril de 2002, y precisamente rompía con su precursor en prácticamente todos los puntos, más allá de que los dos compartían exactamente la misma interfaz. En un inicio libre como sedán (4 puertas) y hatchback (cinco puertas). Pero un año después, por vez primera desde 1975, se lanzó una vertiente familiar bajo el nombre de “Caravan” en la calidad estándar de Opel; el último turismo en usar ese nombre fue el Ascona. Opel invirtió en su avance 4 años y 2.500 millones de marcos (1.800 millones de euros recientes).

La oferta mecánica de gasolina empezaba con el bloque tetracilíndrico de 1.6 litros y 8 válvulas de 75 CV de su antecesor, pero fue sustituido de forma rápida por una exclusiva unidad de 16 válvulas con 100 CV de capacidad. Asimismo había un 1.8 bien con 115 o 125 CV, pero si deseabas algo mucho más apetecible, el motor 2.0, con 136 CV, se desarrolló como base para las carreras de turismos. Sin embrago, el peldaño mucho más prominente lo ponía un V6 de 2.5 litros con 170 CV. Con la entrada del nuevo milenio, asimismo llegó un bloque 2.2 de 147 CV.

Todos y cada uno de los motores diésel de inyección directa estaban pertrechados con una cadena de distribución para eludir el caro remplazo de una correa. Si bien no lo creáis, disfrutaron del bastante éxito para que varios clientes del servicio se decantasen por estas mecánicas en vez de las TDI del Conjunto Volkswagen, pero en un inicio fueron diseñados para ser mucho más enclenques que estos en concepto de capacidad y par. Y tampoco estuvieron exentos de inconvenientes, más que nada en sus primeros días con los turbocompresores, el consumo de aceite, los caudalímetros y las bombas de inyección.

READ  Joya del depósito de chatarra: 2003 Ford Crown Victoria Police Interceptor

Aun de esta manera, estos propulsores se consideran robustos y durables. El distribuidor del 1.7 TD (82 CV) fue Isuzu, al paso que los bloques de inyección directa de 2.0 (100 CV) y 2.2 (125 CV) DTI fueron desarrollos de manera interna y construidos en Kaiserslautern. Pruebas de su resistencia las contamos en las calles, donde aún hoy día prosiguen circulando varios Opel (no solo Vectra) pertrechados con estos propulsores turbodiésel. Motores que fueron utilizados y actualizados en la próxima generación de la firma del rayo con el nombre CDTi.

En lo que se refiere a equipamiento libre, se podía decantarse por una tapicería de lona o cuero, molduras que simulaban madera o titanio, elevalunas eléctricos, aire acondicionado o climatizador, radio disco compacto, computador de dentro, una transmisión automática de 4 velocidades o una manual de cinco, control de crucero, sistema para la navegación, airbags laterales (desde julio de 1997), faros de xenón (desde septiembre de 1999), asientos calefactados y retrovisores con regulación eléctrica. Pero las noticias esenciales estaban aún mucho más adentro.

El Opel Vectra (B) fue el primer vehículo de todo el mundo pertrechado con unos pedales de seguridad que, al desdecirse de forma programada en el caso de grave incidente de adelante, limitaban los riegos de producir lesiones en los pies y en las tibias del conductor. En esa temporada, el llamado Pedal Release System (PRS) que Opel había patentado, suponía un avance fundamental en el campo de la seguridad pasiva. Para complementar el trabajo con la deformación programada de la carrocería en el caso de encontronazo de adelante, los pedales del freno y del embrague se recogían de forma automática sin traspasar en la parte de abajo del habitáculo.

La columna de dirección telescópica se encontraba además de esto fijada a una traviesa concreta ubicada a exactamente la misma altura que el primer montante y, así, quedaba separada de la composición del parabrisas. Esta solución dejaba limitar su intrusión en el habitáculo en el caso de incidente. Desde ese momento, el sistema PRS y la columna de dirección telescópica se transformaron en una dotación de serie del resto de los modelos de la marca alemana, comenzando por el Astra (G) en 1998 y el Corsa (C) en el 2000.

READ  Esta herramienta de emergencia en forma de papel rompe fácilmente las ventanas del automóvil.

Este vehículo además de esto fue el primer vehículo de enorme serie pertrechado con los llamados airbags “full-size”. En contraste a los gadgets comúnes, estos airbags, ubicados frontalmente y que resguardaban a los ocupantes delanteros, se hinchaban con gas Argón presurizado (preservado en tubos destacables de acero a una presión de 200 bar) que se liberaba merced a una pequeña carga pirotécnica. La mayor área ofrecía una mayor protección en el caso de encontronazo de adelante y, en especial, en un golpe oblicuo con otro automóvil.

Plus: Opel Vectra i500 Irmscher

El preparador alemán Irmscher, experto en los turismos de Opel, presentó su iniciativa de lo que podría ser un GSi sobre esta interfaz, pero lo llamó Opel Vectra i500. Tenía nuevos parachoques delanteros y traseros, tal como faldones laterales y un alerón trasero basados ​​en que se empleaba en el por entonces Campeonato Alemán de Superturismos (STW). En el interior, en vez de plástico negro, había cuadros pintados en titanio y un extenso equipamiento de serie, incluyendo un volante deportivo firmado por Irmscher.

A nivel estructural, la carrocería fue rebajada en 20 milímetros, y llantas de aleación BBS de 17 pulgadas completan esta versión deportiva del Vectra. El motor 2.5 V6 cambiado (X25XEL) pasó a tener 195 CV a 6.500 rpm (25 CV y 700 rpm auxiliares) y 240 Nm a 3.500 rpm (10 Nm y 300 rpm auxiliares), con lo que completaba el esprint de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos (- 0,1 s) y alcanzaba una agilidad máxima de 236 km/h (+ 6 km/h). Se encontraba libre como sedán o familiar, y fue construido desde diciembre de 1997 hasta agosto de 2000.

Opel Vectra STW

Asimismo hubo un Vectra i30 (de manera oficial debería haber 30 entidades, pero unicamente se edificaron y vendieron 25) con un 3.0 V6 (X30XEI) que erogaba 220 CV y 300 Nm. Excepto la parrilla sin el logo de Opel y las llantas de 17 pulgadas, se parecía bastante al i500. El i30 era un modelo particular para festejar el 30 aniversario de Irmscher, situada en la ciudad de Remshalden. Del total de ejemplares fabricados, solo 2 de eran de carrocería sedán, siendo entre los cuales una unidad de 1996 que sirvió como mula de pruebas para el i500.

READ  Range Rover Sport 2018, renovación para el SUV

Fuente: Opel

Galería de fotografías Opel Vectra (B):

Ver galeria (18 fotografías)

Galería de fotografías Opel Vectra i500 Irmscher:

Opel Vectra (B), la berlina media del rayo que sorprendió 25 años atrás1/9Fotografías

Galería de fotografías Opel Vectra STW (1996-1999):

Opel Vectra (B), la berlina media del rayo que sorprendió 25 años atrás1/12Fotografías

3 comentarios en «Opel Vectra (B), la berlina media del rayo que sorprendió 25 años atrás»

  1. ¡Increíble cómo el Opel Vectra i500 Irmscher sigue siendo una bestia sobre ruedas! ¿Quién se atreve a competir?

  2. ¡Increíble cómo el Opel Vectra i500 Irmscher logró cautivar hace 25 años! ¿Alguien más lo recuerda?

  3. ¡Increíble cómo el Opel Vectra sigue sorprendiendo después de tantos años! ¿Qué opinan de su diseño?

Los comentarios están cerrados.