Proseguimos examinando modelos de las mejores fabricantes
Hay turismos que sorprenden gratamente desde el instante en el que nos sentamos al volante; indudablemente, el nuevo Ford Focus es uno. De todos modos, es bastante con mirarlo desde lejos a fin de que nos demos cuenta del salto de calidad respecto de la generación previo. Pero su nuevo diseño, con mayor presencia y atrayente, es solo entre las relucientes armas del nuevo aspirante al trono de los sólidos. El Ford Focus quiere poner énfasis de entre sus contendientes equipando una espléndida batería de sistemas electrónicos premeditados a la seguridad y el confort de sus ocupantes. Muchas de estas peculiaridades solo vamos a poder hallarlas en fabricantes premium -en general con sobrecoste-, e inclusive ciertas de ellas son novedad en vehículos generalistas de este segmento. En motor.es ahora les notificamos previamente sobre estas tecnologías; podéis leer mucho más aquí.
El corazón del Focus que condujimos a lo largo de nuestros días de prueba es un EcoBoost 1.6 de 150 cv, propulsor de gasolina correspondiente a la novedosa generación de Ford, cuyo diseño responde a la inclinación de hoy de sobrepotenciar motores pequeños con iniciativa de conseguir buenas posibilidades sin sacrificar el consumo. Para conseguir este propósito digno de actualizada alquimia, los motores Ecoboost mezclan inyección directa de gasolina, turbocompresor y distribución variable.
Prueba
Diseño exterior

El nuevo Focus creció en longitud en relación a la versión previo. Sus 4.358 mm (+21 mm), sobrepasan a los de la mayor parte de sólidos del mercado. La guerra asimismo es mucho más extendida: 2.648mm (+8 mm), situación que otorga un mayor aplomo al vehículo en movimiento y, al tiempo, mayor habitabilidad para sus ocupantes. La enorme anchura de la carrocería (1.823 mm sin espéculos) deja al Focus rivalizar en este aspecto con berlinas medias de longitud considerablemente mayor.
El refinamiento del diseño exterior se atisba desde la alargada silueta del capó y el parabrisas que va tornándose en despacio caída desde el techo hacia la zaga, sección que resulta algo corto dada la larga distancia entre ejes de que hace gala el chasis de este sólido. El de adelante, de aspecto elegantemente belicoso, ganó enteros adaptándose a la evolución de la línea de diseño de la marca. La configuración de la parte posterior ha variado en mayor medida, si bien usando de resoluciones menos auténticos: los pilotos traseros (alumbrados por LEDs en la versión Titanium) dejan de abrazar la luneta posterior para situarse en una situación mucho más baja, invadiendo en parte las aletas siguientes de una forma que recuerda a los del Citröen C4. Los faros delanteros bi-xenon vienen acompañados de luces diurnas LED, lavafaros y faros antiniebla en el paragolpes.

Nos ha dado gusto la sensación de ajuste y solidez del cierre de las puertas, con buen sonido si bien sin llegar a ofrecer la sensación de hermetismo de automóviles de alto rango. En especial considerable es el cierre del maletero, que no necesita el esfuerzo reducido a fin de que el portón quede bien encajado. En cambio, llama la atención la delicadísima pintura de la carrocería, que tiende a rayarse frente al menor abandono. Un óptimo aspecto de diseño es la boca de repostaje sin tapón ‘Easy-Fuel’, que nos va a ayudar a sostener limpias las manos -y de sendero evitarnos tener que saber dónde se cuelga el bendito tapón- en el momento en que visitemos la estación de servicio.
Nuestro Focus equipaba unas llantas de 17” con un sutil diseño de 15 radios; por su lado, la generosidad de las medidas de los neumáticos (215/50) prometía buenas experiencias y un agarre a la altura del grupo… pero vamos a hablar de esto mucho más adelante.
Diseño interior

La unidad de pruebas que hemos conducido corresponde al nivel de equipamiento Titanium, plagado de funciones orientadas al confort y la seguridad, con perfección aparejadas por buenos datos de diseño y acabados. Aún de este modo, la mayor parte de las peculiaridades a las que vamos a hacer referencia están presentes en escenarios de acabado inferiores, siendo muchas de ellas de serie.
Solamente abrir las puertas del vehículo, llama nuestra atención por su diseño -e inclusive por su aroma- la tapicería de cuero ‘Individual’ confeccionada en piel de color gris obscuro, prácticamente negro, cosida con hilo blanco y con atractivos ribetes del mismo color. Las puertas están forradas relativamente siguiendo exactamente el mismo estilo. Todos y cada uno de los recubrimientos del habitáculo dan sensación de calidad, como sucede poco a poco más en este competido segmento. El ajuste de piezas está bien precaución, a la altura de fabricantes mucho más orientadas al lujo. A la noche, el interior del vehículo queda gratamente iluminado por los tonos azules del grupo de LEDs habilidosamente organizados por cada rincón del habitáculo.

El salpicadero, de diseño envolvente, está efectuado con piezas y materiales de buena o muy excelente calidad. El tacto de los mandos es estable y exacto, muy «alemán». Los botones y ruletas de la consola central asimismo proponen buen tacto, si bien pierden sensibilidad en relación a, por poner un ejemplo, los mandos de intermitentes y lavaparabrisas. La guantera está amortiguada, exactamente la misma los colgadores ubicados sobre las ventanas y asimismo el portagafas al lado del retrovisor central. Los plásticos usados en la parte baja del salpicadero y las puertas menguan en calidad, pero no se habla en ningún caso de materiales bastos o mal rematados.
Resaltan frente nuestros ojos ámbas pantallas multifunción diseñadas para poner a nuestro alcance, y a todo color, la información relacionada con los varios puntos de seguridad y confort que provee el Focus. La pantalla de menor tamaño, ubicada entre el tacómetro y el velocímetro, sirve como computador de dentro, comunicando no solo de los familiarizados kilometrajes, consumos y autonomía, sino más bien asimismo las próximas advertencias del navegador, tal como las restricciones impuestas por las señales de tráfico reconocidas. Desde esta pantalla vamos a poder asimismo modificar los sistemas electrónicos del vehículo. La segunda pantalla, de mayor tamaño y ubicada en la parte de arriba del centro del salpicadero, exhibe y deja supervisar las funcionalidades del navegador, el reproductor de música y el teléfono (conectado por Bluetooth). Asimismo sirve de acompañamiento gráfico a las operaciones de estacionamiento, así sea manual o asistido.

El volante, forrado en piel como la palanca de cambios, proporciona tal profusión de mandos que al comienzo puede intimidar al conductor. A los dos lados del volante vamos a encontrar un grupo de cursores, designado cada uno a supervisar la pertinente pantalla multifunción. En la parte de abajo izquierda vamos a encontrar los mandos del tempomat y el limitador de agilidad; a la derecha se ubica el control del radio-disco compacto y el móvil. Tras el volante y al lado de la consola central está el pulsador de arranque del motor.
Llama la atención en un vehículo cargado de tecnología como este conseguir un freno de mano de palanca y no eléctrico -en descargo de Ford debemos decir que esta resolución responde de todos modos a los deseos de la mayor parte de sus clientes del servicio-. La palanca de freno resulta algo ostentosa en el momento en que está levantada, dando alguna sensación de fragilidad si bien su accionar sea preciso.

El sistema de audio (radio disco compacto/MP3) de serie es muy extenso. La conectividad está asegurada al tener tomas para jack estéreo, iPod y USB. Este último conector es ideal si tenemos un dispositivo externo: el sistema reconoce con velocidad y efectividad toda la discografía guardada. Sus seis altífonos erogan un sonido de bastante calidad para tratarse de un equipo de serie, con buenísimos bajos y admitiendo volúmenes superiores sin distorsión. El primordial inconveniente está en el control de volumen, con saltos muy enormes entre cada escenario.
En la parte de abajo de la consola central está el climatizador automático bi-región, muy efectivo y con aptitud de enfriar de manera rápida el habitáculo. Otros buenos datos del interior son la toma de 12v libre para los asientos traseros; el mando de los retrovisores -de tacto exacto si bien algo especial-, y el retrovisor interior autocrómico que evitará probables deslumbramientos. Ubicado tras aquel está el módulo de cámaras y sensores que, si bien cumple una esencial función sobre la seguridad del Focus, resulta bastante aparatoso y resta visibilidad al parabrisas, especialmente cuando nos paramos en algún semáforo.
Habitabilidad

Como dan a comprender las dimensiones exteriores del Focus, el habitáculo es bastante desprendido aun para personas cuya estatura pase la media. Los asientos delanteros proponen enorme independencia de movimiento longitudinal; ni el conductor ni el acompañante van a poder sentirse encajonados. El taburete del conductor tiene ajuste eléctrico de altura, hondura y también inclinación; lástima que no haya oportunidad de recordar los cambios para distintas personas. Los 2 asientos delanteros disponen aparte de una palanca de ajuste lumbar, característica que varios agradecerán para largos recorridos. Entre los dos asientos vamos a encontrar un reposabrazos abatible, bajo el que está un extenso portaojbetos. A medio sendero entre el reposabrazos y la palanca de cambios vamos a encontrar otro hueco que puede ser útil para poner la llave del turismo (no hay un sitio guardado para ella), la cartera e inclusive el móvil que deseamos conectar al sistema de audio.
Viene pasando frecuentemente que los vehículos sólidos intentan prestar una experiencia interesante para 4 personas, pero ninguna mucho más. La parcialmente escasa anchura de la banqueta posterior provoca que el taburete central ayuda para poco mucho más que un camino corto, o quizás para ordenar a un niño de poca edad que logre viajar sin silla. Los usuarios sentados en los asientos traseros van a poder gozar de un ingreso cómodo a sus plazas, que resultan además de esto bastante agradables por diseño, almohadillado, distancia a los asientos delanteros e inclusive altura libre al techo (salvo quizás para todos los que superen los 1,90 m de estatura). Los reposacabezas graduables y el apoyabrazos central abatible suavizarán el paso de los km.

El maletero es parcialmente poco espacioso para las dimensiones visibles de la carrocería del Focus. Si consigue los 363 litros de volumen es a costa de sacrificar la rueda de recambio a favor de un kit antipinchazos (la rueda de recambio de tamaño achicado o habitual está libre como opción). Afortunadamente, las formas del maletero dejan un óptimo aprovechamiento del espacio libre, y la boca del portón trasero no complica las operaciones de carga y descarga. Si requerimos acrecentar la aptitud de transporte, los asientos traseros tienen la posibilidad de ser abatidos de manera asimétrica y con enorme sencillez. La área lograda no es plana, pero servirá para la mayor parte de ocasiones.
Conducción

Llega el instante de ponernos en marcha. Verificamos lo simple que es localizar una posición de conducción que nos resulte cómoda, merced al volante regulable en altura y hondura pero asimismo y más que nada al ajuste fino que nos conceden los mandos eléctricos del taburete del conductor. Para arrancar el motor solo requerimos pisar el embrague y apretar el botón ‘Power’ ubicado tras el volante; apreciamos el efecto del motor de arranque pero vacilamos de que el motor de gasolina esté encendido. No, no hay ningún inconveniente: la insonorización del habitáculo es simplemente fabulosa. El Volkswagen Golf por el momento no es el único sólido que aísla del estruendos del propulsor al nivel de un premium.
Solamente poner en movimiento el vehículo, percibimos la suavidad de los pedales y la dulce precisión del cambio de marchas. Proseguimos pensando en el buen trabajo que hicieron en Ford asimismo sobre estos puntos. Solo paseando por la localidad, intentando emular un empleo “diario” del Focus, ahora tenemos la posibilidad de gozar de la calidad de fabricación y el derroche tecnológico que pertenece a la enorme apuesta de Ford para su novedosa generación de vehículos. Por supuesto asimismo podemos encontrar problemas como el tacto y paseo del freno de estacionamiento, y mucho más claramente el achicado ángulo de giro (11 metros de diámetro) que nos forzará a maniobrar mucho más de lo deseable en cambios de sentido o parking paralelamente. En lo que se refiere a la visibilidad desde el puesto de conducción, tenemos la posibilidad de decir que es bastante buena generalmente, resaltando la amplia y extensa área del parabrisas -pese a la incómoda presencia del citado módulo de sensores tras el retrovisor central- adjuntado con unos muy atinados retrovisores exteriores. La enorme inclinación de la luneta provoca que el montante del parabrisas logre incordiarnos en curvas pronunciadas. La visibilidad hacia atrás es algo escasa, pero aún de esta forma tenemos la posibilidad de ubicarla en la media de otros automóviles de afín configuración.

Una vez en carretera, pasamos a revisar las características activas del vehículo. El motor EcoBoost 1.6 turboalimentado de 150 cv resulta algo perezoso bajo las 2.000 revoluciones -nada fuera de lo común para un gasolina-, pero hace más rápido fuertemente desde las 3.500 vueltas hasta alén de las 6.000. No es necesario llegar al corte de inyección para gozar del empuje lleno y progresivo de esta joya mecánica concebida para realizar nuestro día a día un tanto mucho más entretenido. La aptitud de restauración es destacable solo en marchas cortas; para efectuar adelantamientos con garantías va a ser conveniente achicar de antemano. Nos ha dado gusto bastante de este motor su “doble personalidad”: para la utilización diario, bajo 3.000 vueltas, resulta muy discreto y despacio; una vez superado ese umbral, empezamos a sentir un interesante rugido que va incrementando con el régimen de giro -y transmitiendo indudablemente ciertas vibraciones al volante-. Mientras que recorremos rutas de peculiaridades muy variadas, nos ofrecemos cuenta de que quizás hayamos encontrado en este gasolina de 150 caballos el motor todoterreno que la mayor parte de fatales andan intentando encontrar para su vehículo. Tal y como si se tratara de un Dr. Jekyll / Mr. Hyde de nuestros días, la apacible fachada de nuestro Focus oculta un accionar radicalmente distinto… si le dejamos que nos lo muestre.

La tecnología EcoBoost combina inyección directa de gasolina, turbocompresor y distribución variable; especificaciones que, socias a un cubicaje achicado, tienen como propósito hallar posibilidades parcialmente refulgentes sosteniendo un consumo de comburente moderado. Si bien, como tiende a suceder con el downsizing de motores, el ahorro va a depender bastante del “peso de nuestro pie derecho”. Los consumos conseguidos en nuestra prueba estuvieron siempre y en todo momento sobre los oficiales. En localidad es bien difícil quedar bajo la horquilla de 9-11 l/100km; en carretera vamos a estar entre 7-9 litros en función de sus peculiaridades y el tráfico; al tiempo que en autopista, a velocidades rigurosamente legales y usando del control de crucero tenemos la posibilidad de mantenerse bajo los 7 litros a los 100 km. Como afirmábamos, la cosa cambiará bastante en relación procuremos las cosquillas al Focus, subiendo con sencillez sobre los 15 l/100 km sin que lleguemos a ser bastante rigurosos. En todo caso, es un logro que un motor de similar capacidad logre requerir consumos bastante contenidos si lo intentamos con suavidad. Vamos a poder ahorrar aún mucho más carburante si en localidad sostenemos activo el sistema start/stop, muy práctico y de arranque discreto con este motor.

La caja de cambios manual de seis velocidades del Focus es un acierto para todos los que no terminamos de gozar de los sistemas automáticos. Los cambios entre marchas son suaves y precisos; quizás los recorridos longitudinales logren ser un tanto largos, pero jamás molestos. Las relaciones fueron escalonadas con acierto, bien ajustadas a las especificaciones del propulsor. La sexta marcha queda como desahogo del motor en autopista para todos los que viajen a velocidades legales (todos nosotros, naturalmente 😉 De esta manera, en el momento en que nos desplazamos a 120 km/h el motor da un giro a solo 2.500 revoluciones, ayudando al ahorro de comburente y miestras se impide al tiempo sacrificios insignificantes.
La dirección es bastante precisa, si bien resulte para nuestro gusto algo blanda y “sobreasistida”. Esto no significa en lo más mínimo que se niegue a obedecer nuestras órdenes; mucho más bien impide en parte que sintamos el asfalto, lo que hubiera sido de agradecer para todos los que enserio nos divertimos del exitación de la conducción. Tampoco es una cuestión alarmante, ya que por una parte otros sólidos superventas han anunciado una dirección menos sensible; y, por otro, la resistencia de la dirección electrohidráulica incrementa gradualmente con la agilidad del vehículo. A cambio, esta suavidad en la dirección deja conducir por localidad y carretera de manera distendida y con poco esfuerzo.

Es bien difícil hallar en esta competida categoría un chasis como el del Focus. Ahora entendemos que este fué hasta la actualidad y para bastantes el punto fuerte del sólido de Ford. Y ofrecemos fe de que lo todavía es. La seguridad que conocíamos de precedentes ediciones sigue en el nuevo modelo. La mayor distancia entre ejes contribuye a conducir los mucho más de 1.300 kilogramos de peso del grupo; el resultado es un vehículo muy ágil y permanente, que siempre y en todo momento sostiene el tipo frente nuestras demandas y deja que lo empleemos tanto para empleo turístico como parcialmente deportivo. Nos encontramos persuadidos de que nuestra instintiva sensación de “este chasis soporta lo que le echen” se va a ver corroborada en el momento en que el próximo -y aguardado- Focus RS esté en nuestras manos.
En rutas lentas, el Focus es mucho más entretenido de conducir de lo que parecería en un comienzo. Tiene buenísima aptitud para linkear curvas sin balancearse en demasía; es mucho más, nos ha encantado la sensación de agilidad que da, mudando de dirección tal y como si el peso del vehículo fuera inferior. Al circular por autovía, nuestro Ford se siente como pez en el agua merced a su aplomo y aptitud para absorber juntas de dilatación y otras irregularidades; en el momento en que el asfalto es bastante bueno, semeja que viajemos sobre una alfombra mágica, sensación que -salvo en la situacion del Golf y hasta alguna medida el Peugeot 308- no es sencillo reproducir en automóviles de la rivalidad. El tarado de la amortiguación es perfecto para la capacidad de la versión probada, encontrando, en combinación con las virtudes del bastidor, aquel esperado y al unísono tan manido “deber entre seguridad y deportividad”. Las suspensiones son firmes pero no lo suficiente para perjudicar a la tranquilidad; en ningún instante hacen encuentre ni propinan molestos rebotes. Las medidas de llantas y neumáticos (215/50 R17) contribuyen indudablemente al equilibrio general de este Focus; en asfalto húmedo, los Goodyear EfficientGrip que montaba nuestra unidad enseñaron un agarre inigualable.

Llama la atención, para bien, lo finamente ajustados que están los sistemas electrónicos que afectan a la conducción, como la frenada asistida ABS, la distribución de fuerza de frenada EBD y el control de seguridad ESP. Ninguno de estos sistemas da sensación de entrometerse mucho más de la cuenta. Desconectar el control de tracción ASR hace la conducción mucho más entretenida en rutas reviradas -si bien en un tracción frontal como este tampoco haya gran diferencia entre emplearlo o no con el asfalto seco-. Lástima que el resto de controles no sean desconectables; si bien, de todos modos, tampoco hablamos de un turismo para llevar a cabo tandas en circuito…
Agregaremos que los asientos delanteros, de corte deportivo pero no extremista, resultan bastante cómodos para recorridos largos y al unísono brindan buena unión del costado en el momento en que llega la hora de conducir veloz. La suavidad del cuero escogido se agradece para conducir de manera distendida, pero da poco agarre en las piernas en el momento en que aumentamos el ritmo de la marcha.
Tecnologías de seguridad y confort

Como ahora comentamos -y Ford nos presentó en el Tour de la Seguridad- el nuevo Focus tiene dentro un desprendido lote de especificaciones dirigidas a acrecentar la seguridad activa. Sistemas como el Active City Stop, el aviso de cambio involuntario de carril y asistencia de cuidado de carril, monitor de conducción segura, descubridor de ángulos fallecidos (BLIS) y reconocimiento de señales de tráfico, previamente reservados a automóviles de gama alta, llegan al fin al enorme público.
De en medio de estos sistemas, pudimos evaluar habitualmente el reconocimiento de señales de tráfico (restricciones de agilidad y prohibición de adelantar) y el descubridor de ángulos fallecidos. En el primer caso, toda vez que la cámara ubicada en el parabrisas descubre una señal, la pantalla multifunción ubicada tras el volante señala gráficamente la señal concreta descubierta. En el segundo, toda vez que algún vehículo se ubica en nuestro ángulo fallecido se alumbra una luz LED de color amarillo en nuestro retrovisor del costado. 2 sistemas útiles y que marchan. La seguridad de los ocupantes del vehículo se ve reforzada por airbags frontales y laterales para conductor y acompañante, y airbags de cortina para todos y cada uno de los asientos.
En el momento en que hablamos al confort, ciertamente la línea que divide los automóviles premium del resto es poco a poco más fina. El Focus viene cargado de pequeños datos que van a hacer mucho más agradables y cómodos nuestros viajes, como el encendido y apagado automático de luces, activación automática del limpiaparabrisas, sensores de estacionamiento delanteros y traseros, asistencia de arranque en atentos, control de crucero y limitador de agilidad -un acierto este último frente al acoso de los radares- y también indicio de cambio de marcha sugerido (bastante conservador, aconsejándonos subir de marcha solamente alcanzadas las 2.000 revoluciones, en el momento en que el motor prácticamente no ha cobrado vida).

Hemos puesto a prueba el sistema de estacionamiento asistido, que tenemos en cuenta atrayente para todos los que hallan adversidades en el momento de maniobrar. Más allá de que hablamos de un sistema que puede ser práctico en zonas residenciales de poco tráfico, la verdad es que la búsqueda de estacionamiento tiende a fallar a poco que superemos los 10 km/h. Si el Focus halla estacionamiento, es suficiente con continuar las normas que dicta la pantalla del navegador, engranando la marcha atrás o la primera según sea correcto. El sistema pedirá tantas maniobras como sea preciso. El resultado del estacionamiento asistido es bueno por norma general, con escasos fallos si bien en ocasiones se deje confundir por otros automóviles mal aparcados.
No tenemos ganas finalizar sin llevar a cabo particular mención del navegador que viene dentro, que explota la pantalla de 5” ubicada en la parte de arriba del salpicadero. Demostró ser confiable en sus advertencias, recalcula velozmente y tarda poco en conectarse a la red GPS. La descripción por voz es especialmente últil ya que enuncia aun el código de la carretera a la que debemos incorporarnos. TomTom, Garmin y demás deberán ponerse cada día.
Resumiendo

Ford, como marca, semeja haber encontrado su aspecto diferencial, su valor añadido, aproximando las novedosas tecnologías de seguridad y confort al público medio. Por suerte lo logra sin olvidar los puntos mecánico y dinámico, ofertando en todos y cada novedosa generación modelos de mejor calidad de fabricación, diseño y acabado. Y todo ello, caminando a paso de equilibrista entre la calidad y el valor.
Queda patente que la guerra de las fabricantes generalistas está poco a poco más igualada. Pesos pesados como Volkswagen van a deber hallar novedosas vías para cautivar a sus potenciales clientes del servicio. El Golf, hasta recientemente el rey de la relación calidad/precio (en el momento en que el presupuesto es equilibradamente espléndido, se comprende), debe confrontar en este momento a contendientes que dan aun mucho más por menos. Bienvenida sea la rivalidad.
Datos y Equipamiento

Motor
1.6 EcoBoost (150 CV (110 kW)) Euro 5
Par máximo (Nm): 240
Emisiones de CO2 (g/km): 139
Caja de cambios
Manual, 6 velocidades
Dimensiones
Longitud total (mm): 4358
Anchura total con/sin retrovisores (mm): 2010/1823
Anchura total con retrovisores plegados (mm): 1858
Altura total sin barras de techo (sin carga) (mm): 1484
Diámetro de giro – De bordillo a bordillo (m): 11.0
Aptitud de carga (l)
5 asientos (cargado hasta la bandeja) (con kit repara pinchazos): 363
5 asientos (cargado hasta la bandeja) (con rueda de recambio mini): 316
5 asientos (cargado hasta la bandeja) (con rueda de recambio usual): 277
2 asientos (Cargado hasta el techo) (Con kit repara pinchazos): 1148
2 asientos (Cargado hasta el techo) (Con rueda de recambio usual): 1062
Aptitud del depósito de comburente (l): 55
Masas
Masa en orden de marcha (kg): 1333
Masa máxima autorizada (kg): 1900
Masa máxima del grupo (kg): 3400
Masa máxima remolcable – Remolque con freno (kg): 1500
Masa máxima remolcable – Remolque sin freno (kg): 665
Suspensiones
Suspensión frontal: Sin dependencia con columnas MacPherson y barra estabilizadora
Suspensión posterior: Sistema sin dependencia multibrazo Control Blade y barra estabilizadora
Ruedas
Llantas de leación – 17″x7″, 15 radios
Neumáticos 215/50
Luces
Faros – Bi-Xenon, con ajuste automático y lavafaros (incluye luces diurnas tipo LED y función cornering); autoencendido de luces
Luces traseras tipo LED
Seguridad y confort
Sistema de Protección Capaz (IPS)
Frenos antibloqueo (ABS) – con distribución electrónica de frenada (EBD)
Programa Electrónico de Seguridad (ESP) – con Control de Tracción (TCS) y Asistente a la Frenada de Urgencia (EBA)
Control de Reparto de Par (TVC)
Control de Frenada en Curva (CBC)
Asistencia al arranque en pendiente (HLA)
City Safe Mode
Avisador de cambio involuntario de carril
Asistencia de cuidado de carril
Descubridor de ángulos fallecidos
Sistema de reconocimiento de señales de tráfico
Control automático de luces largas
Monitor de conducción segura
Retrovisores exteriores térmicos y plegables eléctricamente
Luces de frenada de urgencia – Activación automática de los intermitentes en el caso de frenada de urgencia
Airbags – Frontales conductor y pasajero, laterales conductor y pasajero, de cortina para plazas delanteras y traseras
Descubridor de presión de neumáticos (DDS)
Sistema de repostaje Ford Easy-Fuel
Limpiaparabrisas – Automático con sensor de lluvia
Sensor de aparcamiento delanterio y trasero
Asistente de estacionamiento activo
Confort y habitabilidad
Control de crucero + Limitador de agilidad
Botón de arranque ‘Ford Power’
Consola Central Premium – Con reposabrazos, toma de corriente de 12V frontal y posterior, portaobjetos, freno de mano con apariencia de Z
Luces de cortesía – Delanteras, traseras y en maletero
Iluminación ambiental interior con tecnología LED
Retrovisor interior autocrómico
Ventanas – Elevalunas eléctricos delanteros y traseros de un solo toque
Sistemas de audio y comunicaciones
Sistema de Navegación SD – Pantalla TFT de 5.0″, mandos en el volante, entrada ayudar, puerto USB/iPod, manos libres Bluetooth con V2C y 6 altífonos
Climatización
Climatizador Bizona (DEATC)
Bulto interior ‘Individual’
Asientos de deportes de cuero en color negro «Charcoal»
Asientos delanteros calefactables
Ajuste eléctrico del taburete del conductor en 4 situaciones
Cuadros de puertas en cuero
Reposabrazos central delantero de cuero
Alfombrillas delanteras y traseras de terciopelo abultado
Oponentes
El Ford Focus Titanium EcoBoost 1.6 150 cv usado en nuestra prueba tiene un precio de 24.640 euros (el valor base del acabado Titanium, sin equipamiento opcional, es de 19.200 euros; en los dos casos se aplica una campaña promocional de 2.500 euros). Los primordiales oponentes del Focus por categoría, capacidad y motorización afines (todos ellos de gasolina turboalimentados) son los próximos:
- Volkswagen Golf Sport 1.4 TSI 160 cv: El Golf es el auténtico enemigo a batir. Un automóvil realmente bien construido y acabado; cómodo para viajar, discreto, duradero y bien valorado en reventa. Quizás el más destacable sólido en calidad/precio en el momento en que la calidad es el aspecto escencial. El motor TSI exprime su pequeña cilindrada con aceleraciones refulgentes, buenas recuperaciones y un consumo afín al del Ford. Activa y tecnológicamente está prácticamente a la altura del Focus. Su carrocería es 16 cm mucho más corta, pero su habitabilidad es afín. Su prestigio implica un precio bastante mucho más alto: desde 25.370 euros.
- Peugeot 308 Allure 1.6 THP 156 cv: Su diseño, a pesar del último restyling, queda algo desfasado. Su carrocería es 9 cm mucho más corta que la del Focus, si bien sus plazas traseras son mucho más espaciosas. Su puesto de conducción se aproxima al de un monovolumen. Sus características activas no son muy interesantes; por peso y chasis está mucho más destinado al confort. Da buen equipamiento y acabados de calidad. Su precio de partida se aproxima al del Golf: 23.310 euros.
- Opel Astra Sport 1.4 Turbo 140 cv: Levemente mucho más deportivo que el Focus; su conducción es ágil y permanente. Por longitud, sobrepasa al Focus en 7 cm. Su interior es de calidad, si bien menos refinado y espacioso. Está bien pertrechado en seguridad activa. Su motor no está a la altura de que impulsan a sus oponentes, si bien cuenta a favor suyo con un interesante silencio de marcha. Su precio base es de 20.100 euros.
- Fiat Bravo Emotion 1.4 MultiAir 140 cv: Luce por la capacidad y buena contestación de su propulsor con relación a su cilindrada. Una vez en movimiento es el menos ágil de entre sus oponentes; su orientación es mucho más calmada. El interior del habitáculo es algo ajustado en comparación con el resto. La calidad de los acabados ha mejorado bastante en la última versión, si bien sigue bajo la media. Estos sacrificios se compensan con un óptimo precio: el Fiat Bravo es con diferencia el modelo mucho más económico (desde 18.900 euros).
Me parece genial el diseño del Ford Focus, pero ¿qué tal el espacio para guardar mis snacks?
Vaya, qué diseño tan moderno tiene el Ford Focus EcoBoost! ¿No creen que se ve un poco futurista?
¡Me encanta el diseño exterior del Ford Focus EcoBoost! ¡Es tan elegante y moderno!