Antes de seguir relajado, no te marchas a fallecer por tocar una parte de fibra de carbono, ni tampoco mutarás ni desarrollarás una patología terminal, no obstante, debes comprender que a lo largo de la fractura o la fabricación, la fibra de carbono crea un resto nocivo para la salud.
La fibra de carbono es un material compuesto de fibras increíblemente delgadas -unos 5-10 micrones de diámetro- compuestas por su parte de átomos de carbono que se emplean para la fabricación de piezas fuertes y ligeras. La fiebre por la fibra de carbono comenzó prácticamente en el instante de su hallazgo, siendo usada primeramente en la aeronáutica y poco después trasladada a la competición de motor, punto desde el que dió el salto al mercado de automóviles comúnes.
Cada centímetro de una parte efectuada en fibra de carbono tiene numerosos una cantidad enorme de fibras de carbono trenzadas entre sí para conformar hilos. Estos hilos puede por su parte ser usados separadamente o ser unidos con otros cientos y cientos de hilos para hacer una lona de fibras. Esta lona de fibras es muy dúctil y es la que se utiliza para llevar a cabo todas y cada una de las piezas de fibra de carbono que conocemos. A través de un desarrollo de vacío que amolda la lona a un molde, suprime el aire y la compacta con resinas y demás compuestos, la fibra cura y crea una parte de enorme dureza y peso rápido tras unas horas.
En el desarrollo de fabricación, estas lonas y fibras se mezclan con resinas y embarnices para hacer un resultado definitivo llamado material compuesto que combina una alta relación de resistencia-peso.
La verdad es que esto no va a ser nuevo para nosotros puesto que les hablamos en incontables oportunidades de su fabricación y de su empleo en la industria del automóvil. La utilización de esta fibra se reserva hoy en dia a los modelos de más grande desempeño que procuran reducir drásticamente su peso, más allá del notable incremento de precio que como es lógico se repercute en el valor final del modelo.
Más allá de las virtudes que todos conocemos y alabamos –entre aquéllas que estamos con la dureza, el peso rápido y su ansiada estética- debemos comprender que no todo en este apreciado material reluce.
¿Es la fibra de carbono todo lo buena que suponemos?
Nadie cuestiona alguna que como material, la fibra de carbono es sencillamente increíble por sus características, no obstante, semeja que hay un trasfondo algo arriesgado.
Los primordiales riesgos de fibra de carbono se desarrollan al conducir el material en salvaje tal como en las fases de acabado, pulimentado y corte puesto que la abrasión mecánica crea desechos que paralelamente tienen la posibilidad de ocasionar irritaciones en humanos afines a la de las fibras de vidrio.
Las erupciones en la piel son recurrentes y más graves que las producidas de los desechos generados desde fibras de vidrio.
Las fibras de carbono tienen generalmente un tamaño de seis micrómetros de diámetro, haciéndolas respirables. Más allá de que en un comienzo se notificó que los trabajadores aplicados a la producción de fibra de carbono no daban a conocer una función pulmonar anormal y no se han registrado anomalías de la salud relacionados con el polvo de deshecho, los especialistas no desearon remover la oportunidad de que esto emanase en un más grande espacio de tiempo.
Lo verdaderamente arriesgado para la salud son los materiales como las resinas epoxi, materiales biológicamente activos que tienen la posibilidad de ser causa de irritación y sensibilización. Lamentablemente estos materiales pertenecen a las piezas de fibra de carbono que conocemos y en verdad, tienen que una parte de su rigidez a .
Los primordiales riesgos para la salud se desarrollan a lo largo de la manipulación de las fibras de carbono. Las fibras de carbono se rompen de manera fácil por el estiramiento -menos del 2% de alargamiento-; las fibras tienen la posibilidad de transformarse de manera fácil en polvo que puede ser liberado a la atmósfera circundante. De no ser controladas, estas fibras microscópicas generan un peligro potencial para la salud puesto que desarrollan irritación en la piel y en las membranas y mucosas del sistema respiratorio.
Si piensas que esto solo perjudica a los que manipulan la fibra de carbono a lo largo de su fabricación andas muy equivocado en tanto que los que la reparan, padecen algún incidente en un vehículo con fibra de carbono o asisten a las víctimas de un incidente en uno de estos turismos, asimismo son personal de peligro. Muy con frecuencia, los servicios de urgencias deben amputar trozos de la carrocería para lograr excarcelar a las víctimas de los accidentes de tráfico. En estas ocasiones y con los automóviles que empelan este material, se genera un abundante material de resto con apariencia de polvo que es respirado por las víctimas y los ayudantes, poniendo bajo riesgo su salud.
La mayor parte de fibra tiene una cubierta exterior de resina epoxi que además de esto causa irritación química. Varios de los disolventes empleados en los procesos son volátiles, incendiables y también irritantes para la piel y los ojos.
La multitud que corta la fibra y no se resguarda apropiadamente queda expuesta a viable irritación de los ojos y el tracto respiratorio superior, mareos, somnolencia, náuseas, vómitos y modificaciones visuales.
Tras sanar, la fibra se regresa muy recia y en el caso de astillarse puede ocupar de astillas nuestra piel, ocasionarnos lesiones y en el peor caso dermatitis.
Por otra parte, la utilización de fibras de carbono es bien difícil de administrar en un incidente de tráfico en tanto que estas son eléctricamente conductoras y el polvo o los restos puede ocasionar un cortocircuito si no fueron recluidas las partes que generan o guardan energía, de las construcciones de los superdeportivos.
En ciertos estudios las fibras de carbono se comparan al amianto en toxicidad
La inhalación de nanotubos de carbono podría ser amenazante y en verdad, hablamos de un material que fué equiparado a la toxicidad del amianto. Hoy día la utilización de las fibras de carbono no está regulado y la verdad es que deberían puesto que en ciertos casos en los que se produzca polvo, este puede ocasionar arduos problemas respiratorios.
Durante determinados estudios, los científicos observaron que los delgados y largos nanotubos de carbono se comportan como las fibras de amianto que de hecho se demostró que ocasionan mesotelioma –un cáncer mortal que perjudica a la membrana que cubre los órganos internos del cuerpo, particularmente a los pulmones-. Exactamente la misma las fibras de asbesto, las de carbono son singularmente dañinos, por el hecho de que son suficientemente pequeñas para traspasar en los pulmones y de ahí pasar al sistema circulatorio.
Los nanotubos de carbono están hechos de láminas de grafito en general no más gruesas que un átomo, o una milmillonésima una parte de un metro de ancho y formado en los tubos, con el diámetro variable, desde unos pocos nanómetros hasta incontables nanómetros.
Los estudios no tienen la intención de dañar a la nanotecnología ni muchísimo menos, sencillamente hablamos de regular la utilización de este material y comunicar sus probables resultados perjudiciales públicamente a fin de que cada uno de ellos decida.
Se debe tener esto clarísimo puesto que absolutamente nadie prestó atención a los riesgos del amianto hasta el momento en que fue tarde para un montón de gente.
¡Vaya, nunca imaginé que la fibra de carbono podría ser tan peligrosa! ¿Será hora de volver al acero?
¡Vaya, la fibra de carbono resulta ser como el Dr. Jekyll y Mr. Hyde! ¿Quién lo hubiera imaginado?
¡Vaya, esto me ha dejado sorprendido! Nunca había considerado que la fibra de carbono podría ser perjudicial para la salud. ¿Alguien más se lo esperaba?
¡Vaya! Nunca imaginé que la fibra de carbono podría ser tan peligrosa para la salud. ¿Alguna vez te has preguntado qué más nos ocultan?