El Puente de Vizcaya, historia de una pieza maestra

El Puente de Vizcaya, conocido popularmente como el Puente Colgante,es nada menos que el primer puente transbordador de la historia.

Una pieza maestra de la ingeniería, desarrollada por el excelente arquitecto Alberto de Palacio y Elissague. Creador asimismo de inmuebles simbólicos como el Banco de España y el Palacio de Cristal en La capital de españa.

Anotado en 2006 en la UNESCO como Patrimonio Mundial de la Humanidad, fue estrenado el 28 de julio de 1893 sin dejar indiferente a absolutamente nadie. Aun haciéndose eco en todo el mundo.

El propósito del mismo era hallar juntar de forma rápida a ámbas ciudades ubicadas a los dos lados de la ría bilbaína. Esto es a Portugalete con el vecindario de Las Arenas de Guecho. Para hacer esa misión, De Palacio contó con el consejos de Ferdinand Arnodin, especialista ingenierio y cómplice de Gustave Eiffel.

Sus dimensiones prosiguen dejando con la boca abierta a los que lo ven por vez primera, 61 metros de altura y 160 de longitud. A eso que hay que agregarle su increíble composición de hierro que ciertamente recuerda a la de la Torre Eiffel. Con independencia de que esta última se construyese seis años tras la inauguración del puente.

Su ocupación todavía es materia de estudio para los ingenieros, que remarcan como pasados mucho más de cien años todavía es increíblemente útil. Sin embargo, el Puente de Vizcaya pertence a los últimos ocho puentes de su tipo que subsisten en el planeta.

Sabiendo el dinamismo del Puerto de Bilbao, en la temporada y en este momento, el puente debía aceptar el paso de navíos con enormes dimensiones y prestar una interfaz para el transporte de personas y automóviles a un nivel de ingreso bajo.

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Unos retos que requerían de una máxima precisión técnica en una temporada donde todos estos cálculos se hacían por supuesto a mano. De Palacio no se achantó en el momento de confrontar a este desafío, sino en conjunto con Ferdinand Arnodin, patentaron en 1890 el diseño de su revolucionario puente.

Encargándose De Palacio de la construcción de este género de puentes colgantes en ciudades cerca de Europa. Ciudades como Nantes o Marsella vieron ocultar sus puentes colgantes a consecuencia de los bombardeos sufridos en la Segunda Guerra Mundial.

El Puente de Vizcaya, es por consiguiente, el símbolo mucho más emblemático de la Revolución Industrial experimentada en el norte de España y el día de hoy un icono que atrae a turistas de todos y cada uno de los rincones de todo el mundo.

Pero asimismo todavía es el medio empleado por precisamente 4 millones de viandantes que cruzan su pasarela de 160 metros y los 500.000 automóviles que montan en su interfaz de año en año.

En la actualidad, su administración corre al cargo de la compañía El Transbordador de Vizcaya. Administrando el alquiler de espacios en el puente y de la propaganda en la barquilla, los costos son bastante económicos. Tal es así que si tienes la posibilidad de atravesar esta pieza maestra de la ingeniería no lo vaciles. Hazlo.

Fuente: Puente Colgante

7 comentarios en «El Puente de Vizcaya, historia de una pieza maestra»

  1. Qué maravilla de ingeniería! Me encantaría ver el Puente de Vizcaya en persona algún día.

  2. ¡Vaya maravilla de puente! Me encantaría visitarlo algún día. ¿Alguien sabe si se puede hacer puenting desde allí?

  3. ¡Sin duda es un puente impresionante! Pero, amigo, lo siento, no creo que puedas hacer puenting desde allí. Aunque sería emocionante, la seguridad es primordial. Pero no te preocupes, seguro encontrarás otras aventuras para disfrutar en ese lugar. ¡Buena suerte!

  4. ¡Vaya maravilla de artículo! Me dan unas ganas locas de visitar el Puente de Vizcaya y hacerme mil fotos. ¿Quién se apunta?

  5. ¡Yo me apunto! El Puente de Vizcaya es una joya arquitectónica que vale la pena visitar. No olvides la cámara, porque las fotos serán espectaculares. ¡Disfruta tu visita!

  6. ¡Vaya pasada de puente! ¡Me encantaría hacer una visita y sentir la historia de cerca!

  7. ¡Increíble cómo construían puentes en el pasado! Me encantaría verlo en persona. ¿Alguien más se apunta a un viaje?

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